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La historia del ex dueño de Shopping Group vinculado a la mafia argentina

Luis Miguel Casado, otrora dueño de la ochentera tienda, es sindicado por la justicia trasandina como el cerebro de una banda que se dedicaba a estafar empresarios con un complejo sistema de robos de identidades y claves con los que accedían a cuentas de bancos extranjeros. En la organización también participaba un agente del servicio de inteligencia argentino.


El Tercer Juzgado Criminal de Buenos Aires, Argentina, pidió la extradición del empresario chileno Luis Miguel Casado -otrora uno de los dueños de la tienda ochentera Shopping Group- por sus vínculos con agentes del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE) del país vecino y una banda de crimen organizado dedicada a grandes estafas a prestigiosos bancos internacionales de Europa, que superan los US$ 3 millones.



La solicitud entró ayer a la Corte Suprema, donde se solicita que la justicia chilena de una orden a la policía para que encuentren a Casado, lo detengan e inicien los trámites para que enfrente un proceso en el país vecino, que tiene todas las características de un film conspirativo.



Casado escapó de Chile en 1998 acusado de estafa y giro doloso de cheques en la gestión de la tienda Shopping Group, que sólo le dejó pérdidas. Hoy se desconoce su paradero.



La caída de Casado comenzó súbitamente en diciembre de 2006, cuando la policía allanó su casa en Buenos Aires. Las autoridades lo sindicaban como uno de los estafadores dedicados obtener dinero de importantes empresarios argentinos y chilenos que mantenían en cuentas de bancos como el HSBC, el Bank Austria Creditanstalt, el Hiposwiss Private Bank y el italiano-francés Friulcasa Cassa Di Risparmio Regionale Spa.



En Argentina sindican a Casado como partícipe en el delito de estafa, así como de la intercepción de comunicaciones de agentes del SIDE, policías y delincuentes de alto vuelo.



Básicamente, la banda de Casado operaba con cómplices en el registro civil bonaerense, ex uniformados y un agente del SIDE, que consiguiendo números de carné e interceptando los teléfonos obtenían claves de empresarios que, antes del corralito, habían depositado su dinero en cuentas extranjeras.



Esta tecnificada organización era dirigida por el abogado Fabián Goní§alves, quien obtenía los datos de los incautos y operaba con las transferencias junto a Ezzio Pizzini. Según señala el exhorto de la justicia argentina, Luis Casado era el cerebro de la organización y él decidía a dónde iban a parar los dineros para evitar que fueran detectados.



Sus tentáculos llegaron incluso hasta Chile, donde un ingeniero químico argentino también perdió 86 mil euros. En esta operación, un chileno -Rodrigo Pizarro López-, conocido de Casado, prestó su cuenta para llevar a cabo el fraude a través de la cambiadora de dólares Afex, también afectada por el delito. Los dineros fueron retirados nada menos que del Banco Oppenheimer & Co. Inc de Nueva York.



En el país, la Fiscalía Regional Oriente tiene abierta una investigación, donde Rodrigo Pizarro se encuentra formalizado por estafa y se le embargó un departamento por $ 100 millones.



En una entrevista que Casado dio el año pasado a la revista Qué Pasa, negó cualquier vinculación en los hechos y aseguró ser inocente, diciendo que la justicia vecina lo ha involucrado erróneamente.

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