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El reloj de arena que maneja René Cortázar

Ya no es una decisión técnica. Hace rato que la definición es un asunto político. A pesar del lobby y las presiones de cada interesado, la mayoría de los parlamentarios guarda un riguroso silencio. Además que el tema técnicamente los sobrepasa, nadie quiere comprarse un conflicto con la TV en año electoral. Es mejor que las cosas queden como están hasta nuevo aviso.


"Le tengo más miedo a la ignorancia de la clase política que a los canales de televisión", dice el diputado Marco Enríquez- Ominami, esta vez criticando al Congreso por contribuir al estancamiento en la legislación que se necesita para dar luz verde a la televisión digital.



Actualmente el proceso para definir la norma está prácticamente congelado. Ya se sabe que en el gobierno existen dos posiciones claramente definidas, una representada por el vocero Francisco Vidal, a favor del estándar europeo, y otra, representada por el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, René Cortazar. Se podría seguir discutiendo sobre las ventajas de uno u otro modelo, pero el asunto dejó de ser un tema técnico.



La tecnología ofrecida por la Unión Europea es más barata que la americana (un decodificador cuesta aproximadamente US$20, contra los US $90 que vale el estadounidense) y además ofrece la posibilidad de incluir varias señales en un mismo ancho de banda, lo que según estudios recientes la norma americana no puede garantizar todavía. Así lo ha hecho saber el embajador de la Unión Europea en Chile, Jaime Pérez Vidal a través de sucesivas cartas a la Subtel y de conversaciones directas con la presidenta Michelle Bachelet a través de otros representantes, en el último foro europeo en Lima. Incluso la Unión Europea proporcionó tecnología a la Asociación Regional de Televisión (ARETEL) para hacer transmisiones de prueba y además ofrece 9 mil millones de pesos para la implementación. Pero la decisión, aún así, sigue congelada.



El temor de la industria



Aunque éste sea un asunto de largo plazo, donde no debiera importar la coyuntura política, cercanos al proceso aseguran que sí interfiere. En los últimos meses, el ministro Vidal no pasa por su mejor momento dentro del gobierno. "Al menos en este tema le ha costado mucho retomar sus planteamientos, el timón claramente lo lleva Cortázar", dice una fuente de la Subtel. El vocero, que se "impregnó" de televisión mientras estuvo en el directorio de TVN, está a favor de adoptar la norma europea.



Por el contrario, quien más ha dejado sentir su peso sobre la decisión final, ha sido la industria de televisión local, representada en la Asociación Nacional de Televisión (Anatel), un viejo cliente de su par norteamericana en lo que se refiere a contenidos y tecnología para nutrir a un negocio que se lleva unos US$ 400 millones de la torta publicitaria. "El gobierno aseguró que la decisión iba a tomarse en 2006, al cabo de este tiempo la definición del estándar es una excusa porque la decisión ya agarró un tinte político", dice Mariano Arana, presidente de los canales "chicos" agrupados en Aretel. Según Arana, la industria tiene "miedo" de que se metan nuevos actores al negocio y prefiere mantener las cosas como están. "El Mercurio y la Tercera ya tienen soportes en video, en el futuro perfectamente podrían tener una señal digital" asegura.



La Anatel tiene excelentes relaciones con René Cortázar, quien fue director ejecutivo de TVN y logró instalar un modelo de televisión altamente rentable, que más allá de las críticas lo convierte en la persona que más entiende del tema en el gabinete.



Viera-Gallo el mediador



Desde mayo que el gobierno también analiza la ley que acompañará a la decisión en torno a la TV digital. Una de las modificaciones que el Ejecutivo quiere conseguir es acabar con la perpetuidad de las concesiones que actualmente tienen los canales. La idea es otorgar espacio en la banda UHF para transmitir en digital por los próximos 30 o 40 años. Mega y Canal 13 ya expresaron su oposición y amenazaron con ir a tribunales. Con esto, el proyecto podría empantanarse y arrastrando también la definición de la norma. "Cortázar ha estado muchísimo más preocupado de Transportes, pero también está atento al tema de la TV digital, para que siga avanzando lento, al ritmo que lo ha hecho", explica una fuente del ministerio. Por eso, el Ministro Secretario General de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, fue instruido para dialogar con la Universidad Católica y la Conferencia Episcopal. Viera Gallo, según fuentes cercanas a la negociación, ya ha tomado su propia opción: "él juega a la teoría del empate, entre la europea y la americana, se queda con la brasileña". En su labor de enlace con el parlamento el ministro ha sido testigo de las innumerables cartas al Congreso que ha hecho llegar el embajador Mario Vilalva, para promover la alternativa brasileña, según los entendidos la menos conveniente para Chile.



Es precisamente en el Parlamento donde está la última palabra. "Me parece muy bien que la norma venga acompañada de una nueva ley, lo malo es que la clase política no haga lo que debe y prefiera seguir con un modelo de los años 60", dice Enríquez Ominami. Mario Arana, de Aretel, hace dos semanas envió una carta a los parlamentarios para que lo ayuden a impulsar un decreto de la Subtel que les permita a los chicos transmitir en UHF con concesiones transitorias, porque según él no pueden seguir esperando.



"La carta tuvo buena acogida, pero prefiero no dar nombres para no comprometer a nadie", dice. Ahí parece que está el punto: nadie se compromete en algo que pueda molestar a la poderosa industria de la televisión, porque en campaña, un minuto en pantalla puede marcar la diferencia entre perder o ganar la elección.




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