«Al principio, como siempre, hay alguna cosa que se ha ido superando pero en general todo está bien, China ha hecho un gran trabajo y serán unos buenos Juegos», dijo Jaime Agliati, Jefe de Misión de la delegación chilena.
Una avanzadilla de la delegación chilena se encuentra ya en Pekín, a la espera de que aterrice mañana el grueso de la expedición, y las primeras impresiones de la ciudad y la organización son positivas.
Los problemas de contaminación de Pekín, de nuevo en primer plano dado el preocupante aspecto de la atmósfera, no parecen inquietar demasiado al equipo de Chile.
«Es la pregunta menos indicada porque en Santiago de Chile nosotros tenemos la misma contaminación que Pekín», comparó Agliati tras toparse con el gris manto de polución que todavía cubre a la capital china.
En la delegación chilena, formada por 70 personas, viajan un total de 27 deportistas, tres más que los que fueron a Atenas 2004, que se clasificaron para competir en 14 disciplinas deportivas: atletismo, remo, pentatlón moderno, vela, halterofilia, esgrima, remo, equitación, ciclismo, tiro, judo, natación, triatlón y tenis.
Precisamente en tenis es donde mayores esperanzas tiene Chile de hacer algo grande, tal y como ocurrió en Atenas 2004, donde Nicolás Massú consiguió el oro en las pruebas de individual y dobles, en ésta en compañía de Fernando González.
«Nuestro objetivo principal es mejorar las marcas aunque existen esperanzas en remo, con Soraya Jadué, o en tiro», señaló Agilati.
Chile cuenta también con la nadadora Kristell Kobrich, de 22 años, que disputará en Pekín sus segundos Juegos y que tendrá sus opciones en las pruebas de 800 metros y de aguas abiertas.
Sólo Brasil y Argentina, de entre los países latinoamericanos, superaron en los Juegos de Atenas 2004 los registros de Chile, que viene a Pekín con el único objetivo de superar sus resultados en los últimos JJOO, lo que de nuevo le haría destacar en el continente sudamericano.
EFE
