«En la medida que los servicios hospitalarios públicos y privados no puedan operar eficientemente, rebota a los beneficiarios de Fonasa», explicó el director del organismo.
El director nacional de Fonasa, Mikel Uriarte, calificó de «imposible» la tarea de reducir en el corto plazo la deuda hospitalaria de 95 mil millones pesos que enfrenta el sector público.
«Efectivamente a este Gobierno le correspondió asumir con la deuda más alta de la historia, en un año que se inicia y con presupuestos ejecutados obviamente disminuirla a corto plazo es prácticamente imposible», sostuvo en radio Cooperativa.
Agregando que esa «es una labor que tienen que hacer los servicios hospitalarios, la preocupación nos viene como Fonasa puesto que en la medida que los servicios hospitalarios públicos y privados no puedan operar eficientemente, rebota a los beneficiarios de Fonasa».
Explicó que si bien la entidad cuenta con los recursos necesarios para ir en ayuda de sus beneficiarios, los problemas de deuda hospitalaria perjudican el acceso de sus usuarios al servicio público de salud.
«Los recursos para hacer cumplir las garantías de oportunidad existen, aquellos asegurados que ejercieron sus derechos han sido totalmente atendidos y para ello existen los recursos adecuados», indicó Uriarte.
