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Walker acusa al gobierno de utilizar «la delación y el soplonaje» para desactivar la movilización convocada por la CUT

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Ignacio Walker, el vocero de la coalición opositora también acusó al gobierno de abocarse a la tarea de “estigmatizar y descalificar” las expresiones de descontento social y ciudadano, “tratándolas como un tema cuasi delictual, propio de agitadores, violentistas y encapuchados”; sin embargo, añadió que “esta no es la vocación ni el sentir de estudiantes ni de los trabajadores ni menos de los dirigentes sindicales y estudiantiles”.


Cuando desde el gobierno se está asentando la percepción de que el paro de dos días convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) ha sido un fracaso, los presidentes de los partidos de la Concertación salieron a llamar  a que la manifestación sea pacífica para “avanzar en la causa de los trabajadores”, pero también acusaron al gobierno de utilizar prácticas antidemocráticas para evitar que los trabajadores del sector público se sumen al paro, fomentando “la delación y el soplonaje”.

Fue le vocero del conglomerado opositor, senador DC Ignacio Walker, quien afirmó derechamente que “en 20 años de democracia nunca habíamos visto un instructivo del gobierno, fomentando la delación y el soplonaje entre los trabajadores” y añadió que, con sus políticas, la actual administración ha generado un permanente “clima de sospecha al interior de la administración pública” algo que “nunca habíamos visto en democracia. Si esta es la nueva forma de gobernar…que el país juzgue”.

En esos términos se refirió Walker a la polémica suscitada debido al instructivo con que el gobierno habría intentando evitar que los trabajadores públicos se sumen al paro convocado por la CUT. En este contexto, el presidente de la DC adelantó que la Concertación va a respaldar todas las acciones, ya sean legales, administrativas y/o judiciales, que emprendan los dirigentes de los funcionarios públicos y que “permitan reponer un clima interno, en la administración pública, que motive a los funcionarios y no amenazar, delatar, fomentando el soplonaje, despidiendo masivamente trabajadores. Eso no es lo que el país se merece”.

El timonel falangista, que se mostró abiertamente molesto por el instructivo, agregó que con este gobierno “todos los días somos sorprendidos por prácticas que no son democráticas”, de allí que a su juicio “el mejor homenaje” que los trabajadores, la DC –su partido de militancia- y la Concertación al recientemente fallecido dirigente sindical Jorge Matute es hacer una manifestación “pacífica, social, sin violencia, para avanzar en la causa de los trabajadores”.

Y también se hizo cargo de las críticas de la derecha, desde donde sostienen que la Concertación se está subiendo a un carro que no les pertenece. Al respecto Walker dijo que “el único carro nuestro es que tratamos de representar políticamente las demandas sociales del país. Esa es nuestra pega y estamos concientes de ella”, pero también admitió que el pacto tiene “un déficit de conducción política ¡que duda cabe! Hemos sido interpelados, ustedes lo saben, y tenemos que tomarlo con humildad, con capacidad de escuchar, por supuesto que sabremos hacer nuestra pega como oposición, como Concertación, como parlamentarios y como partido”.

Tras lo cual reiteró que la Concertación espera que “al gobierno le vaya bien, no que le vaya mal, para que al país le vaya bien”. Pero insistió en que con actitudes como la del instructivo, “con la delación, el soplonaje, con amenazas, con amedrentamiento, transformando el movimiento social en un tema de orden público…Es que eso no se había visto en democracia”. Acto seguido, subrayó que, “la verdad, es que todos los días somos sorprendidos por prácticas que no son democráticas y que demuestran realmente un gobierno que tiene mucha dificultad no sólo para escuchar, sino para entender que estas demandas sociales, más que desactivarlas o reprimirlas hay que encausarlas y canalizarlas”.

Pero más allá de su mea culpa, instó al gobierno a que “no siga soslayando responsabilidades, escudándose en lo que se ha hecho o no se ha hecho durante 20 años, para eludir sus propias responsabilidades y tender una cortina de humo que pueda tapar las inoperancias, las ineficiencias, la sordera de un gobierno que, al parecer, ya lleva un tercio de su mandato (…), esperamos que el segundo tercio sea mejor. Desgraciadamente, lo que vemos desde el cambio de gabinete es que no hay mucho cambio. ¿Vamos a esperar al tercer tercio para que la pega se haga bien?”.

Tan duro como Walker en analizar el tema del instructivo fue el presidente del Partido Socialista y ex ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, quien señaló que lo que está haciendo el gobierno de Piñera “es un intento burdo de constituir el miedo como factor que impide que los trabajadores puedan expresarse libremente. Es propio de los gobiernos antidemocráticos una actitud de esta naturaleza. Generar al interior del movimiento social del sector público la existencia de individuos que anden vigilando el cumplimiento o no de ciertas normas es muy cercano a un encapuchado que conocí hace muchos años atrás en el Estadio Nacional”. Con el ello, el timonel socialista hizo clara referencia a la figura del encapuchado que durante la dictadura era el encargado de reconocer a los dirigentes políticos y sindicales.

Por otra parte, el vocero de la coalición opositora también acusó al gobierno de abocarse a la tarea de “estigmatizar y descalificar” las expresiones de descontento social y ciudadano, “tratándolas como un tema cuasi delictual, propio de agitadores, violentistas y encapuchados”; sin embargo, añadió que “esta no es la vocación ni el sentir de estudiantes ni de los trabajadores ni menos de los dirigentes sindicales y estudiantiles”. En instó al gobierno a escuchar las peticiones de los dirigentes sociales: “le pedimos al gobierno que gobierne”, dijo, advirtiendo que “no puede perder la calma ni el autocontrol”.

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