«Queremos saber si esta operación se hizo para que algunos ejecutivos pudiesen cobrar sus bonos y el banco mejorara su posición en el mercado, todo lo anterior en directo perjuicio de los deudores», declararon los parlamentarios.
Los diputados Felipe Harboe (PPD) y Karla Rubilar (RN) denunciaron esta mañana ante la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), al Banco Santander por la venta de su cartera de crédito vencida sin consentimiento de los deudores, afectando gravemente sus derechos como consumidores.
El diputado Harboe explicó que “aquí lo que hay es que ejecutivos de un Banco decidieron masificar créditos a personas que evidentemente no podían pagarlos, para después vender esta deuda a una empresa no regulada por la SBIF, así el Banco aparecía en el mercado con importantes aumentos en las colocaciones de créditos y una vez que la cartera estaba castigada, se vendía a un tercero en perjuicio del deudor, imputando el producto de la venta como utilidad cuando en realidad se trató de una mala colocación”.
“Mucha gente contrae créditos con los bancos por la confianza que se tiene en ellos y no parece ético que por un buen negocio para el banco el deudor termine debiéndole a una empresa desconocida sin regulación alguna y además sea mantenido en el Dicom”, señaló el diputado PPD.
Es por ello, agregó, “le hemos pedido al Superintendente que inicie una investigación y determine si en esta operación entre el Banco Santander y Norte Sur S.A. había incentivos económicos a ejecutivos por cumplimiento de metas de colocación de créditos ya que eso sería gravísimo. Además le solicitamos que consulte formalmente si los miembros del directorio del Banco Santander estaban en conocimiento de dicha operación”.
“Hay quienes insisten en afirmar que por el sólo hecho de cumplir con la ley se actúa éticamente y lamentablemente cada día conocemos más casos que existiendo amparo de la ley se abusa de los consumidores. Esto se debe terminar, si no es por autoregulación, lo será con leyes y sanciones severas para los abusadores”, sentenció el legislador.
Por su parte, la diputada Karla Rubilar sostuvo que “la verdad es que aquí estamos frente a una aberración del sistema bancario, en que el negocio no es el crédito mismo, sino la deuda; el banco está a la espera de que el cliente no le pueda pagar, para venderle esa deuda a un tercero que carece de las regulaciones básicas exigibles a la banca».
“Hacemos un llamado a que el superintendente haga cumplir la normativa existente y que fiscalice para evitar estas malas prácticas, y en caso de que no disponga de todas las herramientas necesarias, que nos lo haga saber, para legislar en lo que se requiera», indicó.
Por último, la diputada Rubilar dijo que “lo importante es que la gente pueda estar tranquila de que al momento de pedir un crédito sepa cuánto va a terminar pagando, y no que termine su deuda en manos de terceros que aumentan descaradamente los intereses».
