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Corte Suprema abre cuaderno de remoción a archivera judicial de Santiago

La sanción contra Hilda Aguirre del Real se adoptó con los votos en contra de Rubén Ballesteros y los ministros Nibaldo Segura, Sergio Muñoz, Carlos Künsemüller y Haroldo Brito.


El pleno de la Corte Suprema decidió sancionar a la archivera judicial de Santiago, Hilda Aguirre del Real, con cuatro meses de suspensión y la apertura de un cuaderno de remoción por irregularidades en su labor.

En votación dividida -de 17 votos contra 2-, los ministros del máximo tribunal confirmaron la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago que, el 21 de diciembre pasado, suspendió a la archivera. La resolución se adoptó con los votos en contra del presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, y el ministro Sergio Muñoz. La sanción se dio por cumplida debido al tiempo transcurrido desde el inicio del proceso.

Asimismo -por 14 votos contra 5-, el pleno determinó abrir cuaderno de remoción en contra de la auxiliar de la justicia. En este aspecto, la determinación se adoptó con los votos en contra del presidente Ballesteros y los ministros Nibaldo Segura, Sergio Muñoz, Carlos Künsemüller y Haroldo Brito.

La Corte de Apelaciones de Santiago había determinado abrir un procedimiento disciplinario en contra de la archivera, tras tomar conocimiento de un reportaje televisivo de Canal 13, exhibido el martes 21 de junio de 2011, en el que se denuncian las malas prácticas en que incurría la mujer que se desempeñó por más de 25 años en este importante puesto que resguarda las informaciones históricas de los tribunales.

Dentro de las irregularidades que estableció la ministra visitadora Amanda Valdovinos se encuentra la contratación de familiares directos, cobros ilegales, sobreprecios de los archivos y acusaciones sobre supuestos delitos.

En enero de 2006 se descubrieron osamentas en dependencias del Archivo Judicial en calle Carmen, en el subterráneo de un edificio donde había operado el laboratorio de guerra bacteriológica del Ejército en dictadura. La existencia de estas osamentas fue denunciada por un ex funcionario del Archivo Judicial a la Brigada de Asuntos Especiales de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, en marzo de 2007, según publicó entonces El Mostrador. En esos días la funcionaria fue cuestionada por organizaciones de DD.HH. por no haber informado de este hallazgo. Hilda Aguirre del Real se excusó asegurando que un médico amigo le dijo que se trataba de huesos de perro o caballo.

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