Se decía que a partir del 23 de septiembre la campaña de Matthei cobraría nuevos bríos, pero cada día que pasa se percibe menos entusiasmo y más divisiones al interior de la Alianza. La polémica que suscitó el resurgimiento del proyecto de la “Nueva Derecha” no ha hecho más que profundizar las diferencias con la línea más conservadora del pacto y ha inmovilizado al sector. Adicionalmente, la figura de Franco Parisi inquieta, porque deja en evidencia la incapacidad de ordenar al oficialismo tras la candidata. El senador Horvath (RN) definió apoyo al candidato independiente.
En un mes de fechas emblemáticas para nuestro país, la derecha esperaba con ansiedad el 23 de septiembre. Un sector del oficialismo cargaba con el peso de generar la expectativa de que, a partir de la última semana de este complicado período, el devenir de la campaña presidencial cambiaría tan drásticamente que quedarían atrás las rencillas internas provocadas, principalmente, por las controvertidas declaraciones del Presidente Sebastián Piñera y que la figura de Evelyn Matthei al fin despegaría. Pero no. Dos semanas después nada ha cambiado y la candidatura de la Alianza sigue reaccionado a la contingencia. Las críticas internas persisten.
Por si todo esto fuera poco, la abanderada no ha logrado aunar tras de sí a toda la coalición, lo que daría cuenta de la confusión que ha marcado su proyecto. Paralelamente, el economista Franco Parisi ha constituido una sombra permanente para los esfuerzos de la ex ministra, ya que durante todo el proceso han ido surgiendo quienes se desmarcan públicamente de su propuesta, para sumarse al aspirante independiente, lo que no deja de provocar polémica y preocupación.
Encuestas que se manejan en la propia Alianza dan cuenta de que Parisi ha logrado superar a Marco Enríquez-Ominami y que se ubica peligrosamente en el tercer lugar. Y aunque en el sector también aseguran que la distancia entre su abanderada y la de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, “se acortó”, el hecho de que se estén produciendo bajas, por “poco relevantes” que sean, preocupa. A juicio de un representante del sector, “el problema es más de imagen que de otra cosa, porque no se ve bien que se esté desgranando el choclo, cuando se supone que la campaña va bien. Entonces, es un contrasentido, porque si fuera tan bien, todos querrían sumarse a una candidatura ganadora. Sobre todo los que son candidatos en las parlamentarias”. De ahí el ruido que ha provocado a estas alturas el hecho de que el senador de RN Antonio Horvath integre el equipo de Parisi. Si bien era conocida su cercanía al economista, el que haya aparecido como su representante en materias energéticas, en el marco de un debate, no cayó nada bien en la derecha.
Aunque en Renovación Nacional argumentan que “hace muy pocos años que Horvath es militante del partido y no se puede decir que sea precisamente un militante disciplinado”, lo cierto es que es un senador de la colectividad y así es reconocido públicamente. Adicionalmente, habría convencido a sus pares independientes Carlos Cantero (ex RN) y a Carlos Bianchi de sumarse a los equipos de Parisi, ambos considerados como más cercanos al mundo de la Alianza. Con menos estatus y más corta militancia aún, el abogado Raúl Meza (ex UDI) ha tomado el mismo camino y, a lo menos, ha logrado generar inquietud con sus polémicas intervenciones. Sin embargo, en la casona de Antonio Varas han optado por no dar espacio para que la polémica crezca y han preferido mantener el bajo perfil a estas incómodas situaciones. Lo que no quita que el tema se comente en bambalinas. Por otra parte, también hay quienes se lamentan de la forma “un poco esquizofrénica” en que se estaría comportando el comando de Evelyn Matthei. Ello, porque mientras los partidos han tenido una dura reacción a las declaraciones de Piñera este último mes. Un ejemplo es el respaldo público de la candidata al polémico cierre del Penal Cordillera, cuando al interior del sector y del propio comando, según sostiene un parlamentario, “están emputecidos con el hecho de que Piñera lo haya hecho ahora. Incluso alguien dijo que si lo había pensado desde antes de las declaraciones del Mamo Contreras, por qué no lo puso en su programa de gobierno”.
Pero como bien lo afirmó el vicepresidente de la UDI este fin de semana en El Mercurio, senador Jovino Novoa, muchos como él estiman que en las últimas actuaciones del Presidente Piñera “hubo un problema de oportunidad y oportunismo”, incluyendo el cierre del Penal Cordillera, pero no sólo en eso. Y este discurso es el que prima en el sector más duro del comando de Matthei y de los partidos de la derecha. En contraste con el mundo más liberal y académico del sector, desde donde semana tras semana se bombardea la candidatura oficialista intentando que asuma una posición más cercana al centro y más acorde con las posturas delineadas por el Mandatario en sus controvertidas declaraciones. No obstante y pese a que en el propio equipo hay quienes comparten esa visión, son los menos, y, en cambio, en la medida que pasan las semanas no sólo sigue sin concretarse el despegue de la campaña, sino que se percibe un endurecimiento en el discurso de la abanderada que no contribuye, según un legislador, “a captar el voto de centro que es necesario para ganar la elección. Así ganó Piñera”, concluye.
[cita]Como bien lo afirmó el vicepresidente de la UDI este fin de semana en El Mercurio, senador Jovino Novoa, muchos como él estiman que en las últimas actuaciones del Presidente Piñera “hubo un problema de oportunidad y oportunismo”, incluyendo el cierre del Penal Cordillera, pero no sólo en eso. Y este discurso es el que prima en el sector más duro del comando de Matthei y de los partidos de la derecha. En contraste con el mundo más liberal y académico del sector, desde donde semana tras semana se bombardea la candidatura oficialista intentando que asuma una posición más cercana al centro y más acorde con las posturas delineadas por el mandatario en sus controvertidas declaraciones.[/cita]
Sin ir más lejos y casi como anécdota, el sábado recién pasado el presidente de Adimark, Roberto Méndez, afirmaba en su cuenta de Twitter que “cualquier día de estos se inicia la campaña, digo yo”. Y Méndez no es precisamente una figura a la que se pueda definir como de izquierda. Lo que da cuenta de que entre más se acerca el 17 de noviembre, en el oficialismo aumenta la inquietud. A lo que se suman los crudos análisis que se hacen en relación al resultado parlamentario, que muestran un alto grado de pesimismo en lo que concierne a la conformación de las bancadas en el próximo gobierno. Si bien hay quienes tienen la convicción de que con ello sólo se busca “asustar a los candidatos para que se pongan las pilas y trabajen”, para otros “es evidente que si la performance de la candidatura presidencial es mala, no queda mucho margen para que los candidatos al Congreso puedan colgarse de la figura de la Matthei. Algunos, incluso insisten en que han visto o han mandado a hacer encuestas en las que marcan más que ella en sus distritos y eso los desincentiva a participar con mayor compromiso en la presidencial”, como confidencia un diputado.
En todo caso, declaraciones como la del presidente de la UDI, Patricio Melero, quien en La Tercera del domingo le endosa al Mandatario la carga de lo que ocurra con la campaña oficialista, señalando que “Piñera tiene ahora una mayor responsabilidad sobre el resultado de la elección”, lejos de contribuir a la tan buscada unidad del sector, provocan todo lo contrario. Porque inmediatamente un legislador de RN sale al paso de estos dichos del timonel gremialista, asegurando que “lo que está haciendo la UDI es buscando a quién achacarle el costo político de lo mal que ha funcionado la campaña. Nos dijeron que después del 18 (de septiembre) se iba a notar un cambio radical, pero todo sigue igual o peor que antes y eso no es culpa de Piñera es culpa de los que están en la organización y en la toma de decisiones”. Por su parte, el senador Alberto Espina, quien integra el comité estratégico del comando de Matthei, señaló en el programa Estado Nacional que “el enredo se ha producido más que por las declaraciones del Presidente, por las reacciones a sus declaraciones. (…) Nos quedamos atrapados en el discurso de los dimes y diretes y eso me parece un error”, e insistió en que “se enredó un sector de la derecha”, al no salir a decir inmediatamente que las violaciones a los derechos humanos son inaceptables. Por otra parte, el mismo Espina aseguró que el comando cuenta con encuestas que dan cuenta del crecimiento que ha mostrado la candidatura de Matthei, llegando a un 30 por ciento.
Ni los más optimistas le dan mucha credibilidad a estas cifras que, por lo demás, dicen desconocer en la Alianza. Particularmente, porque existe una cierta “sensación ambiente” de que pese a todos los contra que pueda tener y a que se ha autodenominado independiente, la candidatura de Parisi ha logrado introducir una cuña en la derecha, más que en la candidatura de la Nueva Mayoría. Por lo que en la propia Alianza no faltan los que temen que pudiera estar disputando el segundo lugar con su abanderada, el que constituye, si no el mayor, uno de los mayores temores del sector: que Parisi lograra superar a Matthei. Una “humillación” que colocaría en serio cuestionamiento a los máximos líderes de la Alianza y, a juicio, de un parlamentario “le daría toda la razón a Piñera” y haría “necesaria, más que nunca, una refundación de nuestro sector”.