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Walker destaca capacidad de «negociación» de Andrés Palma en su nuevo rol como secretario ejecutivo de la Reforma Educacional

Walker destaca capacidad de «negociación» de Andrés Palma en su nuevo rol como secretario ejecutivo de la Reforma Educacional

Dijo que el ex ministro y ex dipuado DC «es una persona que sabe buscar acuerdos, hacer negociaciones y tramitar proyectos parlamentarios», por lo que su nombramiento es «una buena noticia».


El senador y presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, manifestó su satisfacción este martes por el nombramiento del ex diputado y ex ministro de Planificación Andrés Palma como secretario ejecutivo de la Reforma Educacional.

“Es una persona que sabe buscar acuerdos, hacer negociaciones y tramitar proyectos parlamentarios. Yo creo que es una gran noticia”, dijo el timonel falangista a Radio Futuro, destacando que comparte con Palma una trayectoria de más de 40 años en la DC.

Entrevistado en el programa ‘Palabras sacan Palabras’, el dirigente oficialista reiteró también su posición sobre la reforma en cuanto a la necesidad de terminar con el lucro que ejercen los establecimientos educacionales subvencionados que reciben fondos públicos, pero también la necesidad de que en el país exista libertad de enseñanza, punto que, asegura, no comparten todos al interior de la Nueva Mayoría.

“Nosotros somos partidarios de tres cosas y esto es como una materia de principios para la Democracia Cristiana: primero, la educación es un bien público, ese es el vértice, lo que ordena; segundo, un sistema de provisión mixta. Nosotros creemos en una educación mixta pública y privada en igualdad de condiciones; y tercero y muy importante, conciliar el derecho a la educación, porque la educación es un derecho social, es un bien público, con la libertad de enseñanza”, dijo.

Y enfatizó: “Hay algunos socios nuestros, que les gusta menos esto de la libertad de enseñanza, pero nosotros nos vamos a jugar por la libertad de enseñanza, que significa el derecho de los padres a elegir el colegio de los hijos, que significa poder tener un proyecto educativo, que es un aspecto de la libertad de enseñanza, que significa poder fundar un establecimiento educacional. Y eso que emana de la historia de Chile, desde fines del siglo XIX, nosotros lo vamos a defender con mucha fuerza en esta reforma educacional”.

En la oportunidad el parlamentario descartó que la DC asuma la defensa de los intereses de la Iglesia Católica en la educación, considerando que el 14% de la matrícula a nivel nacional corresponde a niños y niñas que asisten a colegios donde los sostenedores son diferentes congregaciones. “Este es un partido no confesional, no clerical”, precisó, aunque reconoció que “evidentemente que en temas tan sensibles como la educación, hay una cierta afinidad muy importante”.

Finalmente, se refirió a los cuestionamientos que pesan sobre reconocidos militantes de la colectividad, como el ex diputado y ex presidente del partido Gutenberg Martínez, y el empresario Walter Oliva, por el hecho de estar a la cabeza de una universidad y colegios subvencionados, respectivamente.

“Gutenberg Martínez es rector de una universidad, o sea, eso es lo más respetable en cualquier sociedad del mundo, una universidad que tiene mil alumnos, que tiene una fuerte vocación social, popular. El tema del lucro en la Universidad Miguel de Cervantes habría que ver qué significa, yo creo más bien que tiene una vocación social”, sostuvo.

Y a Oliva lo describió como “un empresario de la educación particular subvencionada que ha jugado con las reglas del juego legítimas que existen en esta materia. Nosotros no vamos a estigmatizar a nadie que esté en la educación particular subvencionada, persiga o no persiga fines de lucro, sin perjuicio, y lo digo con mucha claridad, que en la Democracia Cristiana (…) no creemos en el lucro con fondos públicos en la educación. Y por lo tanto estamos firmemente convencidos de que el objetivo de esta reforma educacional en ese sentido es algo que compartimos plenamente. Ahora, cuáles son los mecanismos para alcanzar aquello, si el Estado va a comprar infraestructura de los privados para después dárselas en comodato, eso es muy opinable. Ahora, lo que vamos a defender con mucha fuerza es que, al pasar a ser sostenedores privados sin fines de lucro, obviamente que ese sostenedor privado pueda recuperar la inversión, eso no es lucro, es sentido común», concluyó.

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