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Gabriel Salazar: «El oportunismo del Partido Comunista es el peor de toda su historia»

Gabriel Salazar: «El oportunismo del Partido Comunista es el peor de toda su historia»

El Premio Nacional de Historia dice que la Nueva Mayoría sigue siendo la Concertación con otro nombre, detrás de la cual está la misma clase política que se resiste a hacer los cambios que piden los movimientos sociales. Y por ello –en una entrevista publicada hace pocos días– ve sombrío el futuro de las grandes reformas que se propuso impulsar el gobierno de Michelle Bachelet.


El Premio Nacional de Historia Gabriel Salazar tiene un sombrío diagnóstico del futuro que le espera a la Reforma Educacional y al objetivo planteado por la Presidenta Michelle Bachelet de cambiar la Constitución. Esto, porque considera que la Nueva Mayoría no es otra cosa que “la vieja Concertación” con otro nombre, detrás de la cual está la misma clase política que –sostiene– transforma en discusiones de ley el lenguaje de las demandas de los movimientos sociales para que finalmente no cambie nada.

Y, de paso, disparó contra el Partido Comunista, al que criticó por su “oportunista” y “penosa” actitud” como parte del bloque oficialista.

“Esto de la Nueva Mayoría es un puro nombre, en realidad la misma Concertación es la que sigue funcionando, no hay un cambio de mentalidad, es un cambio de nombre. Tú lo ves por el hecho de que (Camilo) Escalona sigue hablando las mismas estupideces de antes, concertacionistas puras. Él se ha pronunciado incluso contra la Asamblea Constituyente, que es el opio del pueblo, qué se yo, leseras de ese tipo”, dijo en una entrevista publicada en la página El Desconcierto.

Salazar prosiguió con sus ejemplos, indicando que también está “un (Andrés) Zaldívar que dice ‘no hay que escuchar la calle’, que hay que entender la calle pero no hay que escucharla. Lo ha dicho varias veces. Tienes al propio (Osvaldo) Andrade diciendo lo mismo, que él duda del proceso constituyente. Qué Nueva Mayoría. ¡Es la vieja Concertación! Exactamente igual”.

Por ello enfatizó que “yo no entregaría la Asamblea Constituyente al Partido Socialista con Andrade a la cabeza. Menos a la Democracia Cristiana con (Ignacio) Walker a la cabeza y menos al Partido Comunista, que es de un oportunismo… el peor de toda la historia del Partido Comunista de Chile. Es penosa su actitud, lo que está haciendo y lo que va a seguir haciendo”.

También apuntó sus dardos contra la Reforma Educacional, acusando al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, y a sus antecesores en el cargo de no entender qué significa “educación de calidad”.

“No se sabe qué vas a reformar al final, porque son palabritas, ‘no al lucro’, ‘educación de calidad’ y ¿¡qué mierda es eso!? No han definido lo que es calidad en la educación porque no son educadores, ni uno. Todos estos ministros en educación son economistas, o bien son expertos en educación que hablan de teoría, de contactos internacionales, hablan del circuito internacional de calidad pero jamás han hecho clases”, dijo.

Y agregó que “el ministro de Educación está haciendo agua hace rato, porque no maneja el tema, no maneja el lenguaje profundo de la educación, ni en la problemática, ni en la solucionática. Yo pienso que hay que estar muy atentos a la clase política porque siempre toman las propuestas desde el mundo social, y ellos las van a solucionar desde el Estado y van a llamar a las leyes y qué se yo… y al final no han hecho nada”.

Salazar dice que por esta razón no cree “que la Nueva Mayoría sea una nueva etapa de la política chilena, es la misma vieja política disfrazada de reformismo o de, como decía Tomás Moulian, de travestismo. La clase política, siempre, toda la vida, desde que Chile es Chile, cuando los movimientos sociales, o los jóvenes salen a la calle y plantean reformas, sacan un nuevo lenguaje. ¿Qué hace la clase política?, pesca el lenguaje, lo mete dentro del Parlamento, lo convierte en discusión de ley y no cambia nada. Se apoderan del lenguaje, dicen que van a hacer las cosas y no las hacen. Te lo puedo demostrar año por año en 200 años de historia. Lo que están haciendo, no es distinto a lo que han hecho siempre, pero siempre”.

Finalmente, afirmó que “el tema de fondo es cómo podemos potenciar, apresurar, aumentar la calidad del proceso de aprendizaje y de soberanía en que estamos inmersos desde el año 57 hasta hoy. Estamos en una etapa culminante en que hay que tomar decisiones”.

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