Un periodista de Chilevisión fue el más perjudicado por los encapuchados que se enfrentaron a la policía, al ser herido por uno de estos individuos que lo golpeó en la cabeza con una bomba molotov sin encender y después lo roció con bencina.
El Gobierno se querellará contra los culpables de las agresiones a periodistas y por los graves daños causados al final de una marcha que víctimas de la dictadura realizaron hasta el memorial del detenido desaparecido en el Cementerio General, en el marco del aniversario del golpe militar.
Así lo anunció anoche el vocero de La Moneda, Álvaro Elizalde, al referirse a los incidentes donde resultaron heridos dos periodistas y dos camarógrafos.
Un periodista de Chilevisión fue el más perjudicado por los encapuchados que se enfrentaron a la policía, al ser herido por uno de estos individuos que lo golpeó en la cabeza con una bomba molotov sin encender y después lo roció con bencina.
«Son hechos graves que nosotros condenamos enérgicamente y además como no pueden quedar impunes.El gobierno va a presentar las respectivas querellas para que se esclarezcan los hechos y se apliquen las sanciones que establece nuestra legislación», afirmó Elizalde.
El ministro portavoz, en declaraciones a TVN señaló que «desafortunadamente grupos muy minoritarios efectuaron hechos de violencia e incluso agredieron a trabajadores de la prensa».
No obstante, destacó que la gran mayoría de quienes participó en la marcha de las agrupaciones de Derechos Humanos «lo hizo en forma absolutamente pacífica».
La marcha, convocada por la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos, transcurrió sin incidentes durante el recorrido, de más de tres kilómetros.
Los manifestantes llevaban pancartas con los retratos y los nombres de sus familiares detenidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y de los nunca más supieron.
También portaban banderas de partidos de izquierda y grupos como el del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
Al finalizar la marcha, varias decenas de encapuchados se enfrentaron a la policía en las cercanías del cementerio general, agredieron a varios informadores y realizaron graves destrozos.
Los protagonistas de los incidentes, que nada tenían que ver con la marcha ni con sus organizadores, lanzaron piedras, palos y cócteles molotov a las fuerzas antidisturbios, que les repelieron con camiones lanzaaguas y gases lacrimógenos.
El ministro Elizalde también se refirió a la cercanía del 11 de septiembre, fecha en que se levantan barricadas y se registran desmanes en los barrios periféricos de Santiago.
«Se están adoptando (para el próximo jueves) todas las medidas necesarias para resguardar la seguridad», enfatizó.
En tanto, el Colegio de Periodistas condenó las agresiones y señaló que están en conversaciones con las familias de los afectados para evaluar las acciones a seguir junto a los sindicatos de los medios donde trabajan los afectados.
