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Ex rector de U. Arcis entrega detalles del préstamo venezolano en comisión investigadora

Ex rector de U. Arcis entrega detalles del préstamo venezolano en comisión investigadora

Según Carlos Margotta, el banco Bandes sólo les transfirió US$ 9 millones con los que saldaron las deudas.


El ex rector de la Universidad Arcis, Carlos Margotta, expuso ayer en la comisión investigadora de la Cámara de Diputados. En la ocasión –detalla hoy El Mercurio–, el abogado y actual profesor de la institución explicó que a través de clases gratuitas a funcionarios públicos venezolanos, la universidad acordó pagar en 2008 los US$ 9 millones que recibieron en préstamo «no dinerario» del banco Bandes.

Margotta, quien dirigió el plantel entre 2006 y junio de 2013, fue enfático en aclarar que el banco venezolano sólo les transfirió US$ 9 millones con los que saldaron las deudas, desmintiendo la cifra aparecida en el debate público de US$ 13 millones.

Al respecto, dijo que se buscó infructuosamente obtener otros US$ 4 millones. «No ingresó el dinero jamás. (…) Se hicieron esfuerzos, pero lamentablemente el Bandes decidió no aprobarlo. Fue una operación fallida», afirmó la ex autoridad académica.

De igual modo, dio detalles de por qué esos US$ 9 millones no entraron directamente a la universidad, sino a través del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL) y la Fundación Nazareno, del ex dueño del plantel, Max Marambio.

«Hay una explicación que es medio doméstica, pero que obedece a la desconfianza profunda que tenía el presidente del directorio de la época, Max Marambio, respecto del uso de las platas de la universidad. Lo que se buscó fue que ingresaran los dineros a una instancia que a él le diera seguridad», afirmó Margotta.

Consultado por los destinos que tuvieron los recursos provenientes de Venezuela, señaló que «entraron completamente a la universidad, permitieron sanearla y de paso presentarnos con espaldas, con números azules a la acreditación, y por eso nos pudimos acreditar».

La comisión acordó sobre esta materia oficiar al banco venezolano, al Servicio de Impuestos Internos y al Banco Central para determinar si entraron o no esos recursos.

Según la versión del abogado, cuando renunció a la universidad estaba «saneada» y con una deuda «manejable» que bordeaba los $500 millones y no los US$ 1.700 millones que cifra un informe de la consultora Entrepuertos de agosto de 2013.

Por otro lado, aseguró que no hubo lucro ni un retiro de utilidades por $530 millones.

 

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