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«Si en pocos meses políticos importantes no están formalizados estaríamos ante un fracaso de la misma Fiscalía” Pedro Orthusteguy , ex presidente de la Asociación de Fiscales

«Si en pocos meses políticos importantes no están formalizados estaríamos ante un fracaso de la misma Fiscalía”

En opinión del abogado, la decisión de Sabas Chahuán de asumir las riendas del caso menos de una semana después de que se anunciara que se separaba la arista SQM, quitándole piso a Carlos Gajardo, viene a reparar el error del propio Fiscal Nacional. Para Orthusteguy, ahora Chahuán –que deja el cargo en noviembre próximo– “tiene que poner acelerador a fondo en la investigación para tener resultados visibles. Él mismo se autoimpuso que su gestión sea medida por los resultados del Caso Penta”.


El anuncio realizado por la Fiscal Nacional (s) Solange Huerta a última hora el miércoles pasado, que separaba el Caso Penta de su arista SQM, entregándoselo al Fiscal Regional Centro Norte, Andrés Montes –hijo del senador PS Carlos Montes– y dejando al jefe del fiscal Carlos Gajardo, Alberto Ayala, con las riendas de la investigación, dio un dramático giro en menos de una semana con el anuncio del Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, de que él asumiría el control de toda la causa.

Señal que en general ha sido bien acogida por el mundo político y que, entre otras cosas, pone paños fríos a la ola de críticas que habían generado los cambios iniciales. Lo que en opinión del ex presidente de la Asociación de Fiscales, Pedro Orthusteguy, viene a enmendar el error del propio Chahuán.

¿Cómo interpretas la decisión del Fiscal Nacional Sabas Chahuán de tomar las riendas del Caso Penta menos de una semana después de que se separara la causa y se designara a otros fiscales?
-Lo que está haciendo el Fiscal Nacional es reparar un error propio, porque evidentemente las designaciones que hizo la fiscal (Nacional subrogante) Solange Huerta estaban en conocimiento de él. A mi juicio era la única posibilidad que tenía el fiscal para dejar de dañar a la institución. La decisión que toma, y por lo que establece el artículo 18, se hace para resguardar la independencia y autonomía del Ministerio Público por la investidura de las personas investigadas: los políticos.

-En diciembre Sabas Chahuán será reemplazado en el cargo, entonces no queda claro en manos de quién quedará el caso. ¿Cómo se resuelve eso?
-Como le queda menos de un año, Chahuán tendrá una presión pública muy importante para tener resultados a la brevedad y hacer formalización de personas con alta investidura y que son parlamentarios. Por eso la autodesignación es una alerta para el mundo político, porque son ellos los investigados.

Justamente en ese escenario, en que los que votan al sucesor de Chahuán son los mismos parlamentarios investigados, se abren dudas de en qué quedará el caso…
-Esa, la contrapartida. La única forma de solucionar el error era autodesignarse. Entonces Chahuán tiene que poner acelerador a fondo en la investigación para tener resultados visibles. Él mismo se autoimpuso que su gestión sea medida por los resultados del Caso Penta. Si en pocos meses políticos importantes no están formalizados, estaríamos ante un fracaso de la misma Fiscalía.

[cita]Gajardo va a seguir dirigiendo la investigación en la práctica. Con un Fiscal Nacional que le queda de aquí a septiembre –cuando se inicia el proceso formal para postular al cargo de Fiscal Nacional–, él tendrá el control efectivo de la causa y luego todos estarán mirando qué pasa con el nuevo Fiscal Nacional. En el fondo, se le repara el daño causado públicamente por la institución.[/cita]

-¿Entonces qué plazos tendría Chahuán para realizar formalizaciones importantes?
-No tiene más allá de 3 a 4 meses para tener a políticos con nombre y apellido formalizados. Después de eso va a partir el concurso y todos van a estar preocupados de eso.

-¿Cómo afecta a la institución este cambio de rumbo tan drástico en tan poco tiempo y sobre un caso de esta envergadura?
-Por eso Solange Huerta estaba al lado del fiscal. No es que ella se haya despertado y decidido hacer los cambios de la semana pasada. Esto fue analizado y visado por altos mandos del Ministerio Público, incluyendo fiscales jefes cercanos al Fiscal Nacional. Hubo gente que pensó, analizó y Chahuán debe haber estado absolutamente informado, y visado la decisión. Como fue un error que él mismo autorizó y visó, ahora asume este error y evita mayores daños a la institución. Los costos los asumieron Huerta y Ayala.

-¿En tu opinión en qué pie quedó el fiscal jefe de la zona Oriente, Alberto Ayala?
– Claramente las víctimas de esta decisión son Solange Huerta y el fiscal Ayala principalmente, ellos son los más perjudicados públicamente. En el caso de Ayala, se ve bastante mermada su posibilidad de acceder al cargo de Fiscal Nacional.

-¿Cómo se ve el escenario para Carlos Gajardo?
-Diría que bastante bueno. Gajardo va a seguir dirigiendo la investigación en la práctica. Con un Fiscal Nacional que le queda de aquí a septiembre –cuando se inicia el proceso formal para postular al cargo de Fiscal Nacional–, él tendrá el control efectivo de la causa y luego todos estarán mirando qué pasa con el nuevo Fiscal Nacional. En el fondo, se le repara el daño causado públicamente por la institución.

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