En su cuenta de Facebook el diputado explicó los motivos de su aprobación al minuto de silencio realizado ayer en memoria de los fallecidos en el atentado a Pinochet.
El diputado del Movimiento Autonomista, Gabriel Boric, aclaró a través de su cuenta de Facebook el apoyo que le entregó al minuto de silencio solicitado en memoria de los cinco escoltas fallecidos en el atentado a Pinochet en 1986.
Por medio de la red social, Boric escribió: «Ayer estaba leyendo en la sala donde se realizan las reuniones de bancada y sin previo aviso llegan los jefes de bancada a una reunión extraordinaria solicitada por la derecha. Al preguntar de qué se trata, me dicen que quieren pedir un minutos de silencio por los 5 escoltas fallecidos en el marco del atentado a Pinochet. Para ello se requería unanimidad de los comités parlamentarios»
Ante esto, el ex dirigente estudiantil explicó que «en mi opinión sería una mezquindad negarle la posibilidad de realizar un minuto de silencio por 5 carabineros muertos (ninguno de ellos vinculado a violaciones de derechos humanos), y les pregunté si es que ellos estarían dispuestos a conceder un minuto de silencio por Raúl Pelegrin y Cecilia Magni, frentistas asesinados brutalmente después de la toma del retén de Los Queñes (pregunta hecha sin pretensión de respuesta, solo para que reflexionaran si lo suyo era solo una provocación o no). Los demás comités (ps, dc, ppd, pr, salvo el pc que no estaba presente) dieron la unanimidad. Por lo demás, en esas reuniones yo no tengo derecho a voto sino solo a voz, ya que solo votan los jefes de comité», sostiene Boric en su acalración.
En referencia a las críticas y comentarios manifestados tras su actuar en la Cámara de diputados, el parlamentario lo tildó de «oportunismo» y añadió en su cuenta que «Suponer a partir de esto que «apoyo al dictador», afirmar que «me saqué la careta», o que «demostré que soy pinochetista», como se ha dicho en algunos espacios (en algunos casos por militantes de otras organizaciones, en particular de la J), me parece de un oportunismo pequeño al que no vale la pena dar afrecho».