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¿Renuncia con elástico?: horas claves para definir futuro de Harasic en el decanato de derecho PAÍS

¿Renuncia con elástico?: horas claves para definir futuro de Harasic en el decanato de derecho

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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La dimisión del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile fue una sorpresa para todos. Harasic destacó que las movilizaciones y tomas se han hecho insostenibles y hasta pondrían en riesgo la viabilidad del proyecto de desarrollo para la autodenominada «mejor Facultad de derecho del país». Excusas, que más allá del asidero que tengan en la realidad, hoy lo tienen en medio de intensas negociaciones que intentan que no renuncie, porque básicamente «nadie quiere hacerse cargo» del fierro caliente, que significa hoy esta facultad.


La renuncia del decano Davor Harasic fue un balde de agua fría que cayó en medio de la facultad de Derecho de la Universidad de Chile, que lleva 47 días en toma feminista. A todos los pilló por sorpresa, más aún en una semana clave en la que las asambleas feministas autoconvocadas de la Universidad de Chile, harán entrega del petitorio unificado al rector Ennio Vivaldi.

Harasic llegó directo al Consejo de Facultad de Derecho, que inició su sesión ordinaria el lunes pasado las cinco de la tarde. Al inicio de la reunión, que incluye a funcionarios, académicos y estudiantes, el decano leyó la carta de renuncia que ya le habría entregado en forma personal al rector Vivaldi. Así formalizó su “renuncia indeclinable” -hasta el momento- al decanato de la Facultad de Derecho.

Según la carta del decano, la extendida movilización al interior de la facultad, se ha hecho insostenible, hasta recalcó que facultad vive “el peligro inminente de claudicar en sus objetivos esenciales”.

Harasic, además de enumerar una extensa lista con los logros que habría tenido durante su periodo, agregó que las constantes movilizaciones, que se han repetido los últimos tres años, pondría en riesgo los avances incluídos en el plan de desarrollo de su mandato. Postura que es apoyada por los académicos que han respaldado su criticada administración.

Ante la inesperada renuncia, el Consejo de Facultad le pidió “de forma transversal” que reconsiderara su decisión. No necesariamente porque Harasic tuviera un respaldo total al interior de la facultad, sino porque “encontramos que es una irresponsabilidad su renuncia en éstas condiciones”, señala un asistente al consejo que sesionó ayer.

Una posición que no correspondería a un espaldarazo total a su liderazgo, sino que a la “búsqueda de responsabilidad” por el estado crítico de la facultad. A pesar de que todos reconocen que las movilizaciones se han intensificado los últimos años, recalcan “los motivos de esas movilizaciones”, los que se moverían entre una especie de “fetichización de las tomas” por parte de los estudiantes, y un manejo “autoritario” de los conflictos y decisiones, por parte del Decano Harasic.

De esta forma, los académicos -en su mayoría respaldando a Harasic- habrían criticado la postura que han tomada las estudiantes movilizadas y habrían mostrado la necesidad de que el decano se mantenga hasta el final de su mandato, el que finaliza el próximo año. “Le dimos todo nuestro respaldo”, señala un académico. Hata el profesor Pablo Ruiz Tagle, uno de sus principales detractores, habría solicitado que Davor Harasic se mantenga en el cargo.

La postura de los trabajadores y estudiantes habría sido un tanto distinta. A pesar de que también recalcaron que el decano tenía que mantenerse en su cargo, apuntan directamente a que es su “responsabilidad política e institucional”, ya que su postura “autoritaria” tendría bastante responsabilidad en el estado crítico de la facultad.
Previo a este encuentro con el Consejo de Facultad en Derecho, Harasic se reunión con el rector Vivaldi, antes de comunicar su renuncia al Consejo de Facultad. En un encuentro privado le habría dado a conocer su renuncia al mandamás de la universidad de Chile, quien optó por no aceptar la posición del decano y le pidió que “reconsiderara” su decisión.

El elástico

Para nadie era un secreto que el clima al interior de la facultad era “más que tenso”. La toma feminista de derecho fue una de las puntas de lanza que impulsó el movimiento a nivel nacional y su mantención ha sido clave para la organización de las feministas.

Tampoco era un secreto, que la movilización surgió a partir del mal manejo que tuvo Harasic, del caso de acoso sexual del académico y ex presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Carmona a una estudiante. Caso por el cual el académico fue sancionado y actualmente cumple sólo tres meses de suspensión.

“Claramente harasic no era un interlocutor válido”, reconocen desde los sectores movilizados de la facultad. Es más las estudiantes sólo se habrían reunido una vez con el decano, y luego decidieron mantener un diálogo directo con Rectoría, además de las conversaciones que mantenían con un grupo de académicas de la facultad.

Una desautorización que “podría haber incidido”, reconoce un académico cercano al decano. “Pero esto es mucho más profundo, Davor es muy hábil, muy lúcido políticamente”. Es por esta razón que a muchos dejó sorprendidos su jugada, pero luego, “al ver los movimientos que se están dando”, la tesis de “una renuncia con elástico” toma un mayor protagonismo.

Y es que si hay una claridad en todo este momento de crisis es que “nadie quiere hacerse cargo” del fierro caliente que significa hoy en día la Facultad de Derecho. No sólo queda pendiente el caso de Carmona, quien en un par de meses cumplirá su sanción y podrá volver a hacer clases; sino que también, quien asuma el nuevo decanato, se enfrentará a una comunidad “totalmente dividida y segmentada”, entre los estamentos y al interior de éstos también.

Entonces, “claramente no hay un recambio, y ahora todos le piden a él que se quede y se haga cargo”, recalca un ex dirigente estudiantil.

Es más, durante la mañana de este martes, se han realizado una serie de reuniones y encuentros entre “importantes autoridades de la universidad” que están operando para evitar que el decano -cercano a la administración de Vivaldi- deje su cargo. Una postura que debería ser la tónica en el claustro académico que se desarrollará prontamente.

Quienes conocen al decano, aseguran que esta renuncia es “indeclinable”, que no es con elástico.Reconocen que se da en un momento complejo, pero que apuntaría a “descomprimir el conflicto”, a pesar de que nadie le habría pedido su renuncia. Recalcan que esta posición de Harasic responde al objetivo de “resguardar su legado” y que si él se mantenía como decano “muchos de sus avances corrían el peligro de no seguir ejecutándose”. Una postura para muchos “exagerada”, por parte de Harasic.

Viejo Zorro

Harasic destacó en su carta, que mantener el proyecto educativo y de desarrollo para la facultad, era insostenible con más de 40 días de toma al año, que ése ritmo afecta directamente la calidad educativa de la denominada “mejor facultad de derecho del país”.

Pero según sus críticos, el mismo Harasic tendría “parte importante de la responsabilidad”, en éstas movilizaciones sostenidas y reiteradas. Cabe recordar que la llegada de Harasic tuvo tintes de dulce y agraz. Su propuesta de desarrollo significaba una nueva línea, incluía la ampliación de matrícula y la apertura de un área de investigación y extensión, “buscaba hacer de Derecho una facultad más compleja”, recuerda un académico.

Pero, también traía consigo una carga. Su reconocido trabajo como abogado defensor de algunos de los principales involucrados en el Caso Penta, le significó importantes críticas al interior de la facultad, principalmente entre los estudiantes. Harasic, además de ser la máxima autoridad de la escuela de Derecho, Harasic es, junto a Julián López, socio de Harasic & López, estudio jurídico que defiende a Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, dueños de Penta.

Una especie de doble militancia, que el decano se había comprometido a dejar a atrás, pero mantuvo el ejercicio privado de su profesión. Es más, a fines del año pasado, en medio de una toma en contra del estilo “autoritario” del decano -según los estudiantes-, se supo de la representación de Harasic de Anglo American, lo que también fue motivo de críticas y movilizaciones.

Desde el interior de la facultad reconocen que mantener el nivel es una institución que está en toma todos los años es “difícil”, pero que la movilización es parte de la “cultura” al interior de “derecho”. Razón por la que, bajo la dirección de Harasic, durante el 2017, se implantó una especie de “protocolo anti-movilizaciones”, el que endurecía las sanciones y “perseguía” a dirigentes estudiantiles, recalcan desde los alumnos.

Jugada que cursó, a pesar de que para Harasic las protestas en Pío Nono no son una novedad. El hasta ahora “decano”, apoyó activamente la toma contra el ex decano Roberto Nahum, en 2009, quien terminó renunciando, pero luego fue reelecto por los académicos. Harasic habría colaborado activamente y hasta habría dado aportes económicos a la toma, y les llevaba pizzas a los estudiantes, que entonces eran liderados por el actual diputado y militante de Movimiento Autonomista, Gabriel Boric.

Razón por la que “no cuadra mucho su postura anti-toma”, reconoce un funcionario. “Él es un viejo zorro, sabe como funciona la política y aquí en derecho todo es política”, agregan, lo que podría significar que esta juagada de harasic podría terminar, al igual que con Nahum, en una reelección del decano, “pero eso ya sería ficción”, recalca un funcionario.

Por ahora, las negociaciones y reuniones se mantendrán durante esta jornada. Aún se debe esperar que el rector Ennio Vivaldi de curso a la renuncia del decano Harasic, lo que hasta el momento “sería difícil de confirmar”. En caso de que esto ocurra el vicedecano, Claudio Moraga, asumiría interinamente y se convocarían a elecciones en 30 días más.

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