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Marcela Ríos del PNUD: «Las constituciones sirven para encauzar el descontento de una manera constructiva y democrática”

“La Constitución no resuelve todos los problemas, pero sí genera un marco que permite cambiar la forma en que está funcionando el Estado, mejorar el equilibrio y la distribución del poder”, pero también permite instalar “un hito simbólico de un nuevo momento, de una nueva relación”, señala la representante en Chile del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Marcela Ríos. En momentos en que la discusión sobre la Nueva Constitución ha entrado en el área chica, en medio de la crisis política y social en Chile, la experta explica cómo ha sido la experiencia internacional en este tema, y cómo en otros países la redacción de una nueva Carta Fundamental ha permitido “encauzar el descontento de una manera constructiva y democrática”. “Lo más frecuente es que se redacten nuevas constituciones en momento de crisis”, advierte. Ríos precisa que reemplazar la Carta Magna es “más común de lo que se cree” y de hecho las constituciones tienen una vida en promedio de 19 años. En cuanto a los mecanismos, sostiene que el plebiscito de entrada es muy poco común, aunque se ha dado en casos como el de Colombia, pero el de salida es clave para darle legitimidad al proceso. En cuanto a la fórmula mixta de Convención Constituyente que saltó a la mesa de negociación, detalló que la experiencia internacional indica que tienen en promedio poco menos de 200 integrantes y su trabajo se extiende en unos 13 meses.


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