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La demanda de Alejandro Navarro contra el diario La Nación

Hace dos semanas, el periódico de propiedad privado-pública debió retractarse de una noticia falsa. Todo por estas miniaturas en yeso del senador y un artesano que no existe.


El 24 de julio de 1975 La Segunda publicó el titular “Exterminados como Ratones” en alusión a un grupo de miristas muertos que según el diario se habían matado entre ellos en Argentina. Más de 30 años después se descubrió que la noticia era mentira, un montaje como parte de la “Operación Cóndor”

Hace dos semanas, La Nación debió retractarse de una noticia falsa, según ellos mismos lo reconocieron, en la edición del domingo 22 de noviembre.

Todo comenzó el domingo 1 cuando el diario de calle Agustinas publicó en la sección Animus una nota con el título “Gulliver Navarro acorralado por enanos”, donde citaban a un artesano llamado Rosendo Peñafiel Ñaicul, declarando que el senador Navarro le debía el pago de un stock de figuras en miniatura, con la cara del parlamentario para hacer propaganda en su eventual campaña presidencial.

Como la candidatura de Navarro se acabó en octubre, el artesano supuestamente quedó con “un stock inmovilizado de 7.577.685 Navarrines de 8 centímetros y 9.498.301 Navarrines de cinco centímetros, más un Navarrín de tamaño natural para el cierre de campaña. Llegaremos hasta las últimas consecuencias. Si es necesario, hasta al Presidente Chávez”, declaraba el afectado en el diario.

El testigo agregaba más datos como que se había comunicado con el comando de Marco Enríquez-Ominami para conseguir que le pagaran “pero en el comando de Marco no quieren negociar”, decía la nota.

Pero los datos y la fuente resultaron ser absolutamente falsos. “Ese artesano, no existe en Quinchamalí, y no le debo un peso a nadie por gastos de campaña, por eso presentamos una demanda contra el diario para lograr que nos indemnicen por el tremendo daño que han hecho”, afirma Navarro.

En un acto sin precedentes en el pasado reciente, La Nación publicó un llamado de portada desmintiendo dicha nota el domingo 22 de noviembre. Adentro en la sección Animus aclaraban que “cometimos el error de no chequear la información, dando por ciertos los antecedentes que una fuente confiable nos hiciera llegar (…) Esta afirmación, atribuida a un artesano denominado Rosendo Peñafiel Ñiancul, es falsa (…) Las indagaciones periodísticas realizadas con posterioridad indican que la persona a la que se le atribuyen los dichos -Rosendo Peñafiel Ñiancul- no existe”.

A pesar del desmentido, para Navarro no es suficiente. “He recibido cientos de correos pidiéndome explicaciones. La gente que leyó la noticia no lee el desmentido. Por eso vamos a seguir adelante con la demanda, incluso ya fue nombrado un juez a cargo de la causa” explica el senador. Navarro pide un mínimo de UF 5.000 ($105 millones) y es representado por los abogados Ramón Briones y Hernán Bosselin.

Por último Navarro no tiene una explicación clara para esta “operación”, pero “creo que puede ser porque soy el único senador, después del padre, que apoya a Marco”, dice.

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