La iniciativa busca ampliar y diversificar la dieta alimenticia de las personas sometidas a cirugías, y así mejorar su calidad nutricional y de vida, para enfrentar de mejor modo la rehabilitación o nuevos tratamientos. Incluye 20 platos de fondo y 10 recetas dulces, sabrosos y nutritivos, con sencillos ingredientes disponibles en ferias y supermercados.
Durante octubre se lanzó el libro «Régimen liviano para paciente operado», que busca terminar con el concepto de «comida de enfermo». En él se sugiere una pauta de alimentación más sabrosa, diversa y creativa, además de balanceada en su aspecto nutricional, mejorando así la adherencia a la nueva pauta alimenticia y su impacto en las condiciones físicas y nutricionales del paciente sometido a cirugía.
La publicación cuenta con la participación de un equipo interdisciplinario que incluye cirujanos, coloproctólogos, nutricionistas, nutriólogos y chefs. La guía nutricional ya forma parte de un estudio que busca evaluar las condiciones físicas y nutricionales de pacientes alimentados en base a esta dieta.
Para Mónica Martínez Mardónez, una de sus autoras y miembro de la Unidad de Coloproctología y de la Agrupación de Médicos de Clínica Indisa (AMCI), «con este libro sin fines de lucro, buscamos hacer accesible esta herramienta nutricional a personas con menores ingresos y mejorar su calidad de vida y condición nutricional luego de una cirugía».
La también jefa de Coloproctología del Hospital del Salvador y jefa de la línea de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Finis Terrae, «los pacientes suelen decir que la dieta liviana es monótona y desabrida y por ende se convierten fácilmente en personas monoalimentarias que basan su dieta en no más de 6 alimentos, incluso por un largo periodo, influyendo en su condición nutricional y afectando su capacidad de respuesta y recuperación a futuro».
La especialista explica que los cirujanos realizan anastomosis que son uniones intestinales y su recuperación exige una dieta no meteorizante, no irritante y baja en grasa. Lamentablemente, eso implica que los pacientes suelen alimentarse a base de carnes cocidas a la plancha, arroz, pastas, papa y un par de frutas cocidas.
Si bien la indicación es mantener una dieta liviana por 2 a 3 semanas -dependiendo el tipo de cirugía-, la Dra. Martínez comenta que en ocasiones esta dieta se prolonga más tiempo (ya sea por indicación médica o por la no suspensión del paciente), y en el caso de patologías como el cáncer, en donde se asocian tratamientos como la quimioterapia, el deterioro nutricional empeorará a menos que el paciente reciba una alimentación correcta, tanto en cantidad como en calidad.
Por su parte, Priscila Verdugo, nutricionista, parte del equipo multidisciplinario que desarrolló este libro, plantea que la planificación de la dieta post cirugía requiere de un acucioso trabajo que incluye el examen clínico del paciente, así como de sus dimensiones sociales y alimentarias.
Luego de interpretar los parámetros bioquímicos, se realiza una evaluación antropométrica que incluye talla, peso y circunferencia braquial, entre otros; para finalmente estimar los requerimientos nutricionales, incluyendo proteínas, hidratos de carbono y lípidos, además de considerar los gustos y preferencias de los pacientes.
Usando la misma tabla nutricional recomendada por un hospital promedio, el equipo interdisciplinario, elaboró una propuesta con 20 platos de fondo y 10 recetas dulces, mediante recetas sabrosas y nutritivas, utilizando sencillos ingredientes disponibles en ferias y supermercados.
El lanzamiento del libro será el martes 11 de octubre y la invitación es abierta a la comunidad, contando con preparaciones para degustar. La cita es a las 13 horas en el auditorio C-101 Edificio Pocuro de Finis Terrae (Pedro de Valdivia 1509, Providencia).
El libro está disponible a partir del 21 de octubre en diferentes librerías del país y tendrá un precio de $15 mil pesos para el público general. En el caso de las personas afiliadas a Fonasa, lo podrán adquirir a $5 mil pesos en las oficinas de Ediciones Universidad Finis Terrae, ubicadas en Av. Pedro de Valdivia 1509, Casa Pocuro – Providencia.
Esta publicación fue desarrollada gracias al aporte de la Corporación de Amigos del Hospital Salvador, la Sociedad de Cirujano de Chile, la Sociedad de Coloproctología de Chile, la Escuela de Medicina de la Universidad Finis Terraa, Editorial Finis Terrae, y Fresenius Kabi Chile.