Gastronomía
Nada mejor que acompañar un plato caliente con un buen vino, ambos resultan el acompañante perfecto para los días fríos de invierno.
El invierno ya llegó y se siente con gran intensidad en estos días fríos que nos invitan a buscar diferentes alternativas para mantener una temperatura agradable, y sin duda que el vino es una excelente opción, más aún si es robusto y con cuerpo, perfectos para esta temporada.
Generalmente los vinos que se beben en invierno son tintos y de gran personalidad, atributos fundamentales para digerir la grasa de ciertos alimentos que se comen en esta época del año. Pese a tener clara esta premisa, muchas veces no se tiene claro cuál es el vino más adecuado para acompañar ciertas comidas, por esto, Marcio Ramírez, enólogo de Casillero del Diablo, entrega sus mejores recomendaciones de maridaje de tres vinos ideales para disfrutar del invierno.
Cabernet Sauvignon: De intensos aromas a cerezas, ciruelas y toques a vainilla y tostado, este vino combina perfecto con un Costillar de Cerdo y puré picante, o un Osobuco con papas rústicas, ambos platos se complementan muy bien con la potencia de esta cepa y contrarrestan muy bien la grasitud de ambos cortes.
Pinot Noir: Este es un vino fresco que se caracteriza por notas a fresa, frambuesa y delicados toques de cedro. En boca muestra una viva acidez junto con notas de frutos del bosque. Pese a ser una variedad con menos cuerpos que los clásicos tintos como Cabernet Sauvignon, Carmenere o Malbec, esta cepa es un perfecto acompañante para una crema de zapallo con jengibre, también puede ser una gran alternativa de disfrutarlo con un consomé de carne con huevo y cilantro.
Carmenere: Este Carmenere con delicadas notas a frutos del bosque, ciruela y taninos redondos, es perfecto para acompañar platos clásicos de la cocina nacional como la carbonada o un charquicán, también viene bien con una crema de lentejas.
Mientras que Toro de Piedra cuenta con na propuesta perfecta con su dúode la línea Gran Reserva de Cabernet Sauvignon y Carignan.
El Cabernet Sauvignon tiene su cuna en el Valle de Colchagua. De color rubí fuerte, encanta por su intensa nariz a frutos negros, bosque, cedro y regaliz. Su boca es fresca de cuerpo amplío, con aromas de bosque y regaliz que acompañan el vino hasta el final. Un tinto perfecto para maridajes con carnes rojas y blancas, y que el sommelier de la Viña recomienda disfrutarlo con Chuletas de Cordero a la Piel con Trilogía de Quinoa y/o para quienes prefieren no consumir proteína animal, un arroz Basmati al curry con frutos secos.
Por otro lado, si se busca una alternativa diferente, el Carignan es el perfecto cómplice este invierno. De color rojo cereza profundo, presenta aromas a frambuesa, fresa, notas florales, cedro y bosque. Entrada en boca viva, cuerpo redondo, terminado sobre notas frescas de frutos rojos. Su match es Costillar ahumado con coliflor asado o Berenjenas asadas con caponata de higos.
