Animales
En Santiago, la disminución inexplicada de palomas y la proliferación de loros -cotorra argentina- ha desconcertado a los santiaguinos. Este fenómeno impulsa la investigación destacando la importancia de comprender y preservar la biodiversidad urbana. [Actualizada]
Las palomas, durante los últimos años, han ido mostrando una disminución sustancial de su población y, a la inversa, los loros (cotorras argentinas) han ido predominando en el paisaje de algunas comunas del Gran Santiago.
Esto ha despertado la atención no solo de los habitantes de estos sectores, sino también de la comunidad científica y ambiental. Este fenómeno, desde el punto de vista profesional, podría estar directamente vinculado con los cambios en el entorno urbano y factores climáticos. La reducción de los espacios verdes y la disminución de fuentes de alimento, como las migajas de comida en las calles, podrían ser factores determinantes en la desaparición progresiva de palomas. Por otro lado, los loros podrían estar encontrando nuevos hábitats favorables y alimentos en parques y jardines, lo que podría explicar el aumento de estos en las áreas urbanas de la capital.
El biólogo marino e investigador de la Universidad Autónoma de Chile, Pablo Rojas Venegas, señala que los factores climáticos locales desempeñan un papel crucial en la migración de aves en la región metropolitana. “Los motivos climáticos que podrían indicar la disminución de palomas y el aumento de loros en la ciudad podrían incluir cambios en los patrones de precipitación, temperaturas extremas y la disponibilidad de alimentos. Por ejemplo, períodos prolongados de sequía podrían reducir la disponibilidad de agua y alimentos para las palomas, mientras que las temperaturas más cálidas podrían favorecer la proliferación de especies como los loros, que son más tolerantes al calor”, destaca.
En términos medioambientales, la disminución de palomas podría afectar el equilibrio ecológico al reducir la diversidad de aves en entornos urbanos. Además, el aumento de loros podría generar problemas de competencia con otras especies nativas y posibles conflictos con los seres humanos en espacios urbanos, advierte el experto.
Aunque no se ha identificado una relación directa entre la disminución de palomas y la presencia de loros con la calidad del aire o la contaminación en áreas específicas de Santiago, Rojas Venegas subraya que “es importante considerar que los cambios ambientales pueden influir en la distribución y comportamiento de las aves urbanas. La contaminación del aire podría afectar la salud de las aves y la disponibilidad de recursos alimenticios, lo que podría tener un impacto indirecto en la población de aves urbanas”.
En cuanto a los posibles escenarios futuros, el profesional destaca que dependerán de diversos factores, incluidos cambios en el paisaje urbano y la adaptación de las especies a condiciones cambiantes. “Si las condiciones ambientales continúan cambiando, podríamos ver una mayor adaptación de especies como los loros a entornos urbanos, mientras que las poblaciones de palomas podrían seguir disminuyendo si no se abordan los factores que afectan su supervivencia”, comenta el biólogo.
Ante este fenómeno en evolución, es crucial seguir investigando para comprender mejor las dinámicas que afectan a las aves urbanas en Santiago y tomar medidas para preservar la biodiversidad en entornos urbanos. La relación entre la desaparición de palomas y la llegada de loros plantea interrogantes sobre la influencia del entorno urbano y los factores climáticos en la biodiversidad local. A medida que el cielo urbano se transforma, la necesidad de comprender y abordar estos fenómenos se vuelve esencial para preservar la armonía entre la vida silvestre y la comunidad citadina en Santiago.
