Distintas oportunidades se pueden encontrar desde Chile, donde los destinos más convenientes pueden ser España por el idioma o Portugal por la seguridad y calidad de vida. Ahora, si cuentas con ahorros o negocios, puedes explorar el visado por inversión.
La búsqueda de oportunidades para tener residencia en el Viejo Continente a veces puede llevar a la confusión con la gran cantidad de trámites que se pueden hacer desde Latinoamérica. Sin embargo, dependiendo del país que escojas, tus ahorros y proyecciones, siempre existe la opción más conveniente, donde destaca la visa para “nómades digitales” y la Golden Visa.
“En términos generales, las personas que deciden irse a vivir a Europa buscan una seguridad financiera y personal. Nuestros clientes que optan por el visado por inversión son más hombres que mujeres, tienen más de 55 años, un tercio de ellos son solteros y otro tercio planean irse con su grupo familiar”, indica Matías Apparcel, fundador de la firma de movilidad internacional AIM Global.
La visa por inversión, también llamada Golden Visa, ofrece residencia a cambio de una gran inversión en el país a establecerse. Entre los países que ofrecen este programa destacan Portugal, España y Grecia. No obstante, existen programas de visa más económicos y que apuntan a atraer capital humano altamente calificado, como las visas de trabajo y el visado para “nómades digitales”, una tendencia que ha tenido un alza tras la pandemia.
A continuación, te mostramos los requerimientos para Portugal, España y Grecia:
Ser nómada digital significa tener la capacidad de trabajar de forma remota y vivir en un país anfitrión que otorga este permiso de residencia. Estos trabajadores suelen aprovechar la tecnología para realizar sus tareas y mantenerse conectados con sus clientes y/o sus empleadores.
Así, las visas para nómadas digitales en países como Portugal, España y Grecia, permiten que tú sigas desempeñándote en tu trabajo actual, en forma remota, pero viviendo en Europa, con una excelente calidad de vida y beneficios para ti y tu familia.
Algunos países europeos permiten obtener la residencia a cambio de una inversión en su país, ya sea en propiedades o fondos privados. Después de ciertos años manteniendo la inversión, es posible obtener la ciudadanía y pasaporte europeo.