
Día Mundial de la Bicicleta: el auge del ciclismo urbano y nuevos desafíos para la movilidad activa
Este 3 de junio, en el marco del Día Mundial de la Bicicleta —instaurado por Naciones Unidas para promover su uso como medio sostenible y saludable—, expertos en urbanismo, salud y convivencia vial reflexionan sobre el avance y los desafíos que enfrenta la movilidad en dos ruedas en Chile.
Santiago ha duplicado los viajes en bicicleta en los últimos 12 años y hoy se posiciona como una de las capitales latinoamericanas con mayor uso de este medio de transporte. El fenómeno responde a múltiples factores, desde la necesidad de alternativas más económicas y rápidas, hasta la preocupación por el medio ambiente y la salud personal.
Con más de 1,5 millones de viajes diarios en bicicleta, Chile se encuentra en una etapa decisiva para consolidar esta forma de movilidad como parte estructural de sus ciudades. Ya no se trata solo de habilitar ciclovías, sino de rediseñar el espacio público, educar a la ciudadanía y garantizar que pedalear sea una opción viable y segura para todas las personas, sin importar edad, género o nivel socioeconómico.
El boom del ciclismo urbano en Santiago y regiones
Según la más reciente Encuesta de Movilidad del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), los viajes en bicicleta en Santiago pasaron del 4% en 2012 al 7,8% en 2024, equivalentes a 1,5 millones de desplazamientos diarios. Rodrigo Mora, académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile e investigador de Cedeus, destaca que “esto no es poco: Santiago se sitúa entre los primeros lugares en América Latina. Londres, por ejemplo, tenía en 2022 un 4,5% y París cerca de un 11% en su región central”.
La evolución del ciclismo no es homogénea en todo el país. En el norte, ciudades como Arica, Iquique, Antofagasta o La Serena registran menos del 2% de viajes en bicicleta, pese a su clima favorable. En contraste, en urbes del centro-sur como Chillán, Talca o Linares, el uso de la bicicleta supera el 11%, una práctica arraigada a su historia rural y a una forma tradicional de habitar el territorio.
Infraestructura en expansión, pero desigual
Rodrigo Mora subraya que la infraestructura ciclista —como las ciclovías— se ha desarrollado principalmente en comunas céntricas y de mayores ingresos, como Providencia, Ñuñoa o Santiago. En 2024, el Gobierno Regional Metropolitano presentó un plan ambicioso para triplicar la red de ciclovías de la capital, construyendo 820 km adicionales. A nivel nacional, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) proyecta aumentar de 1.225 km actuales a 2.886 km en 70 comunas priorizadas, lo que significaría un incremento del 136%.
Pese a estos avances, Mora advierte que la construcción de ciclovías debe ir acompañada de otras medidas: “Debemos pasar a una segunda etapa en la que no sólo construyamos infraestructura, sino también generemos entornos donde usar la bicicleta sea seguro, conveniente y cómodo. Subsidios para bicicletas eléctricas, estacionamientos seguros y conexiones eficientes con el transporte público son pasos urgentes”, afirma el urbanista.
Salud física, mental y social: beneficios de pedalear
El auge del ciclismo no es sólo urbano. En todo Chile, la bicicleta se consolida como una alternativa saludable y sustentable. Marcelo Muñoz Lara, director de la Escuela de Educación de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), destaca los beneficios físicos y mentales de este medio: “Contribuye a la salud cardiovascular y respiratoria, mejora el equilibrio, reduce grasa corporal y actúa directamente sobre el estrés”.
Además, Muñoz apunta a que pedalear mejora la calidad de vida urbana y la convivencia social: “Fomenta el respeto, el autocuidado, la construcción de comunidades más sostenibles y la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión”.
Para quienes buscan sumarse al ciclismo urbano, el académico recomienda planificar bien los trayectos, elegir bicicletas adecuadas, priorizar rutas con ciclovías certificadas y nunca descuidar la seguridad: “El casco, los reflectores y la anticipación del esfuerzo físico son claves para una buena experiencia”.

Claves para la convivencia vial
Aunque el uso de la bicicleta crece, persisten tensiones con otros modos de transporte. Amarilis Horta, directora ejecutiva de Bicicultura y del programa Compartir para Convivir, ha liderado por 18 años campañas para fomentar una mejor convivencia entre ciclistas y automovilistas. Por eso, destaca principios clave para una cultura vial más inclusiva:
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Los ciclistas tienen derecho a circular por la calzada.
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Al adelantarlos, se debe mantener una distancia lateral mínima de 1,5 metros.
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No se debe invadir ciclovías ni abrir puertas sin mirar, para evitar accidentes por dooring.
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La calle es un espacio compartido, y los automovilistas deben conducir con atención plena y empatía.
“Quienes pedalean no contaminan, no hacen ruido, ocupan menos espacio y aportan a la descongestión. No llevan carrocería que los proteja, se mueven con su propio esfuerzo, y merecen respeto. La calle es de todos”, afirma Horta.
Este Día Mundial de la Bicicleta, la invitación es clara: moverse en bicicleta transforma cuerpos, ciudades y relaciones. El futuro de la movilidad urbana, más limpio, humano y eficiente, bien puede rodar sobre dos ruedas.