Todo los trapitos sucios del financiamiento de la política que salen al sol hacen crujir el discurso del Chile exitoso, ganador, excepción de América Latina. El sistema, sin embargo, sigue defendiéndose como puede. Su arma es la negación. En la UDI, Jovino Novoa demuestra quien es el dueño del boliche y pese a que hay nuevo presidente, este viste el chaleco de fuerza de tener que mantener a todos los salpicados por Penta y SQM como si nada hubiera pasado. La Moneda por su parte confirma al director del SII luego de que este mandara un mensaje de tranquilidad a los políticos, de que serán tratados como cualquier contribuyente. Obvia decir que los políticos son los que lo instalaron en el cargo. Ni la boleta a la empresa del recaudador de Bachelet, Giorgio Martelli, que facturaba a SQM, le hizo mella. El poder resiste aún, y la indignación ciudadana va en aumento. Noticia en desarrollo…
