La dirección nacional de Gendarmería dispuso un sumario para determinar eventuales responsabilidades en la desaparición desde la sala de armas del Penal Cordillera de una sub ametralladora, dos pistolas Taurus y un revólver con sus respectivas municiones.
La ausencia del material quedó en evidencia el pasado viernes, luego de la revisión diaria que se realiza al armamento en esa unidad del servicio de prisiones.
Ante los hechos se decidió suspender al oficial encargado del recinto en Peñalolén, capitán Rodrigo Zamora, quien fue derivado a funciones administrativas mientras dure la investigación. En su reemplazo quedó el capitán Héctor Yáñez.
El penal Cordillera, emplazado junto al campo del Ejército donde funcionaba un casino para personal militar, sirve ahora para la reclusión de ex uniformados condenados por violaciones a los Derechos Humanos. Su capacidad se encuentra copada, siendo desde enero de 2005 ocupada por el otrora jefe de la disuelta DINA, general (r) Manuel Contreras y miembros del organismo represor.
Este recinto no estuvo exento de polémicas – al igual que el Penal de Punta Peuco – debido a los beneficios y trato entregado a los acusados de crímenes cometidos en dictadura.
Paralelamente, los antecedentes del caso están siendo conocidos por la justicia militar.
upi/jn/bp//
