El presidente de la Corte Suprema, Milton Juica se refirió al proyecto para acotar la competencia de los tribunales militares que impulsa el Ejecutivo, afirmando que «no hay ninguna justificación para que exista una justicia especial».
«Hoy por hoy, no hay ninguna justificación para que, a lo menos, los civiles puedan ser juzgados por tribunales militares. Mi apreciación, que es compartida por otros Ministros de la Corte Suprema, es que ya no se justifica en Chile, en una sociedad democrática como la nuestra y con la existencia de un proceso que ofrece todas las garantías, que coexista una justicia militar en este país, en tiempos de paz», argumentó.
Las declaraciones las formuló en el marco de un coloquio con estudiantes de Derecho de la Universidad Central de Chile.
Juica esgrimió que «la justicia militar tiene una cierta justificación en tiempos de guerra, pero en tiempos de paz como en el que estamos y esperamos estar siempre, no hay ninguna justificación para que exista una justicia especial. Produce discriminación, se ha demostrado que la justicia militar ha sido inoperante y está basada en un procedimiento sin garantías con aspectos desfavorables desde el punto de vista de la imparcialidad e independencia de los jueces».
Por otra parte, y haciendo un análisis del amplio número de estudiantes de Derecho que juran al año, el presidente de la Corte Suprema sostuvo que «las universidades no han tomado en serio el tema de la ética de los abogados ni su preparación. Eso lo podemos decir perfectamente nosotros los jueces, porque somos los que observamos cómo se desempeñan los abogados en el ejercicio profesional».
Juica aseguró a los estudiantes de la Universidad Central que en materia de ética «nadie controla nada respecto de los abogados, lo que es muy grave. Esto no lo han tomado en serio las autoridades políticas, ni tampoco las asociaciones o el Colegio de Abogados, ni tampoco las universidades que debieran ser los titulares de esta cruzada para dignificar la carrera de abogados. En general, las universidades no hacen mucho, salvo tener el mayor número de licenciados posibles y eso no es beneficioso para nadie», planteó.
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