Los diputados de la Democracia Cristiana (DC), Jorge Burgos y Matías Walker, ingresaron este miércoles un proyecto de ley que busca sumar a las sociedades anónimas deportivas cerradas a la fiscalización que la Superintendencia de Valores y Seguros realiza a las sociedades abiertas.
Lo anterior, como una forma de aumentar la regulación en estas instancias producto de una serie de falencias detectadas en el último tiempo y que han afectado a varios clubes nacionales del fútbol profesional.
Esta iniciativa, según explicaron los parlamentarios, obligaría al 86% de las sociedades anónimas deportivas que existen a rendir cuentas ante la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). Hoy, sólo Azul Azul de la Universidad de Chile; Cruzados de la Universidad Católica; y Blanco y Negro de Colo Colo, lo hacen por transar en la Bolsa de Comercio.
Según señala la iniciativa, «es un hecho público y notorio, que la SVS no está cumpliendo un rol muy activo en estas materias. Se han ventilado por los medios de comunicación casos como los de Deportes La Serena y Unión La Calera. Tal inactividad del órgano fiscalizador puede obedecer también a la poca claridad de la ley N° 20.019, en materia de fiscalización, en especial, cuando la entidad deportiva se organiza como sociedad anónima cerrada, circunstancia en la que se encuentra la inmensa mayoría de los clubes de fútbol profesional».
El proyecto se suma a otras acciones iniciadas por ambos parlamentarios en materia de regulación al fútbol profesional, como el oficio que enviaron hace sólo unos días a la SVS , pidiendo un pronunciamiento sobre las actuales facultades fiscalizadoras que posee esta entidad sobre aquellas sociedad anónimas deportivas que no transan en la Bolsa. Se agregaron solicitudes en torno a la aplicación de la Ley 20.019, que regula, precisamente, las sociedades anónimas deportivas profesionales en el país.
El proyecto, que modifica la ley N°20.019, que regula las sociedades anónimas deportivas profesionales, incluye agregar en el inciso segundo: «Éstas podrán constituirse como sociedades anónimas abiertas o cerradas, sin embargo se someterán siempre a las reglas de las abiertas para los efectos de su fiscalización por la Superintendencia de Valores y Seguros».
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