El diputado DC Patricio Vallespín junto a las ambientalistas Sara Larraín, de Chile Sustentable, y Flavia Liberona de Terram rechazaron las declaraciones realizadas ayer por el Presidente Sebastián Piñera en que critica a los detractores del megaproyecto HidroAysén.
Larraín afirmó que «Sebastián Piñera miente. Ayer ha engañado nuevamente a la opinión pública, señalando que prácticamente, si no se hace HidroAysén, el país va a entrar en la crisis energética absoluta».
Según la ecologista y ex candidata presidencial, esto no tiene sentido, ya que hoy hay cerca de 8 mil mega watts aprobados en evaluaciones ambientales de proyectos, lo que asegura energía para, al menos, los próximos 10 años.
En ese sentido, agregó que lo que está haciendo el Gobierno es aprovechar «de aprobar proyectos del sector y sus amigos personales, como es el grupo Matte, que lo ha apoyado», acusando que el conglomerado podría llegar a controlar el 90% del Sistema Interconectado Central (SIC) si se aprobase HidroAysén .
A su vez, Flavia Liberona acusó que se está manipulando la institucionalidad ambiental, debido a las intervenciones tanto del ministro Rodrigo Hinzpeter, como del mismo mandatario.
«Sabemos que hay muchos proyectos que se han tramitado con innumerables irregularidades, tanto en la institucionalidad antigua, como la nueva (…) los ministros van a tener que seguir las órdenes del Presidente y, por lo tanto, no van a tener ninguna independencia para mirar una reclamación», dijo.
Esto fue apoyado por el legislador DC, quien afirmó que se puso una «lápida» a la institucionalidad mediante la ratificación y apoyo al proyecto por parte de Hinzpeter y Piñera.
«La destrucción de la institucionalidad ambiental es completa, y les pedimos que no nos sigan engañando que votarán sobre la base del mérito de los antecedentes que se presenten porque el Presidente ya decidió», manifestó
Además, emplazó al biministro de Minería y Energía, Laurence Golborne, junto con catalogarlo de ser «el gran ausente de esta discusión», a suspender todos los proyectos energéticos de gran envergadura que se encuentren en evaluación en la comisión que establece los criterios de política energética, ya que según lo expuesto por Sara Larraín, esto «no es necesario».
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