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Niños multicolores: chilenos e inmigrantes descubren la fotografía La experiencia educativa se llevó a cabo en colegios interculturales del barrio Yungay. Las obras serán expuestas en el Museo Artequín el sábado 24 de agosto.

Niños multicolores: chilenos e inmigrantes descubren la fotografía

En el taller experimental, los chicos no sólo lograron conocer la técnica de la fotografía, sino también contribuyó a agudizar su mirada para escudriñar en las emociones de «los otros». En esta galería fotográfica presentamos el resultado de este trabajo, un compendio de situaciones íntimas capturadas por los ojos de los niños.


No es exagerar que las fotos parecen obras de profesionales. El color derrocha, el foco es certero y lo esencial… el registro es honesto. Ésas son las características del buen resultado del taller de fotografía intercultural que se realizó a varias escuelas de barrio Yungay de Santiago, donde chicos de distintas nacionalidades, hijos de inmigrantes y chilenos comparten la misma aula de clases. El resultado: niños multicolores.

Foto Jaiver Liaño

Foto Jaiver Liaño

La experiencia, única en su especie, busca que estos chicos expresen su visión acerca de su propio entorno, de sus intereses, de sus afectos, de las personas más significativas para ellos y de aquello en lo que habitualmente centran su mirada. Así, el proyecto denominado: «El juego de la mirada: Taller de fotografía intercultural para niños», escogió a dos colegios públicos de Santiago, cuyos alumnos provienen de diversos orígenes, entre otras cosas, porque están ubicados en un sector en donde la cantidad de residentes extranjeros ha aumentado en los últimos años, como es el Barrio Yungay. Así, a los niños chilenos se han sumado hijos de inmigrantes de países latinoamericanos como Perú (en su gran mayoría), Bolivia, Colombia, Ecuador o Haití. Pero al verlos interactuar en el patio de sus escuelas, parecieran olvidarse de las animadversiones y prejuicios asociados más bien a los adultos. Es difícil imaginar que muchos de ellos provienen de culturas distintas, ya que juegan y se comunican como compartiendo en todo momento un código común. Las diferencias en sus tonos de piel, sus variados tipos de cabello o las sutiles diferencias de sus acentos, no hacen más que formar una especie de abanico colorido en donde la palabra integración adquiere mayor sentido y mayor presencia que términos como segregación, discriminación o superioridad e inferioridad. Ambos colegios fueron escogidos precisamente en atención a esta multiculturalidad por los responsables del proyecto, el colectivo artístico-cultural «El juego de la mirada».

 La experiencia en palabras de los niños

Las fotografías tomadas por los niños incluyen momentos cargados de intimidad y ternura, como una madre frente a su hija mientras ambas duermen, o la cariñosa interacción de una joven pareja. Los pequeños fotógrafos retrataron además a familiares y amiguitos, o a niños jugando alegremente con el agua de un grifo. No dejaron afuera tampoco a personajes típicos en plena actividad, como un zapatero o dos vendedores de pescados y mariscos.

En el taller, impartido todos los sábados, los niños no sólo aprendieron acera de las técnicas asociadas a la fotografía, en este caso digital, sino además sobre las distintas intenciones que hay detrás de las imágenes, especialmente en aquellas presentadas por los medios de comunicación.

En relación a esto, Allison Quiñones, alumna de octavo básico de la Escuela República de Alemania, y llegada desde Perú hace tres años, opina:

«Por ejemplo, en las noticias sale que los estudiantes son acá o allá, pero no muestran en realidad la experiencia que se vive cuando uno está ahí, siempre muestran lo más malo…. muestran un sólo ángulo, el que más les conviene». Con una lucidez crítica que sorprende a su corta edad, expresa que en los medios se debiese mostrar «algo más real».

Gracias a este proyecto, Allison además pudo participar junto a sus compañeros de taller en un concurso interescolar de arte denominado «Imagen primigenia», realizado en Viña del Mar, y en el que obtuvo una mención honrosa, mientras que otros de sus compañeros también fueron premiados: Camila Reyes, con el primer lugar, y Jamil Chalán con el tercero.

Allison recuerda con un tono poético la imagen con la que participó: «Era un reflejo del agua, y se veía el otoño con unas hojitas alrededor, como un círculo, y se veía la figura de una persona, que era la tía de la fotografía que hacía un gesto». Respecto al grado de inserción en la sociedad chilena, señala  que al principio echaba de menos su país, pero que ahora está totalmente habituada a Chile: «Primero, como toda persona migrante, uno no se acostumbra, pero después pasa el tiempo y todo resulta mucho más fácil, se hacen muchos amigos».

Y la misma relación espontánea, cercana y amistosa que se podía apreciar en sus colegios la trasladaron a esta inédita iniciativa. Todos los niños entrevistados, ya sea chilenos o de origen extranjeros, expresaron ninguna queja hacia sus pares.

Otra de las alumnas participantes de este mismo colegio y llegada desde Perú es Marcela Guzmán, de séptimo año, quien con total gracia y naturalidad expresó: «Aprendí a jugar con el entorno…». Pero a su vez también ha aprendido a ver de manera crítica las imágenes aparecidas en revistas y diarios, y señala con convicción: «Algunos muestran cosas que no tienen mucho sentido».

En la Escuela República de Panamá también se podía apreciar una diversidad cultural similar a la Escuela República de Alemania. Fue así como nos encontramos con la alumna de séptimo año, y también participante del proyecto, Ingrid Cardona, quien hace un año y medio llegó a nuestro país desde Colombia. Nos señala, como la gran mayoría, que llegó con su familia por razones económicas y laborales, pero agrega: «Me sentí bien porque quería viajar… conocer otro país»,  además relata que sintió que la recepción fue buena por parte de nuestros compatriotas, y que más adelante le gustaría ir a su país de origen de vacaciones, pero seguir residiendo en Chile, y si bien no descarta dedicarse a la fotografía, su principal interés en el futuro es ser doctora.

Maximiliano González, de séptimo año, también nos contó  sobre su experiencia en el taller: «Aprendí sobre los perfiles de las cámaras, sobre los efectos…y mostrar la realidad en el planeta». Sostiene que las imágenes que le gusta captar corresponden a «animales, paisajes, casas….», y que en el futuro le gustaría estudiar dibujo. En cuanto a cómo se llevan los diferentes alumnos en el colegio, nos plantea que entre ellos hay tanto diversión como algunas peleas, pero nunca relacionadas con el hecho de ser de distintas nacionalidades.

 La exposición final

Después de un año, este taller, organizado junto con la  ONG de desarrollo Secretaria Ciudadana de Migrantes en Chile, y financiado por la Embajada de Finlandia, finalizará con una exposición que mostrará algunas de las mejores fotografías tomadas por los alumnos. La cita será en el Museo Artequín de Quinta Normal, el 24 de Agosto a las 12:00 horas. Será una instancia para mostrar el trabajo resultante de esta experiencia a las familias de los participantes, a la comunidad escolar y a la sociedad  en general.

 

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