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Transantiago amenaza “El Negro Bueno”, un pedazo de historia y cultura cuequera de La Florida Para una ampliación quieren expropiar el recinto que cumplirá en marzo 58 años de vida

Transantiago amenaza “El Negro Bueno”, un pedazo de historia y cultura cuequera de La Florida

El local ubicado en el sector sur poniente de la capital ha visto crecer a la comuna a su alrededor. Se muestra como un oasis en donde se intenta rescatar la cultura y las tradiciones nacionales en base a su gastronomía y su gente. Según el último reconocimiento del Consejo de la Cultura y las Artes el lugar no es sólo un edificio, o una chichería más, sino un espacio «que contiene memoria, historia, identidad. Tiene vida, fraternidad, solidaridad”. Ahora, como resulta habitual, lo quieren echar abajo.


En esta época marcada por la tecnología digital, la proliferación inmobiliaria de edificios para la clase media y el replanteamiento permanente de nuevas soluciones viales, en algunos rincones de Santiago aún es posible encontrar huellas del pasado que se han mantenido con el correr del tiempo. Para llegar a ellos es necesario manejar el dato preciso, la coordenada inequívoca de la picada que no falla, o bien llegar por casualidad.

Uno de los espacios, que se aprecia como un oasis dentro de un desierto de concreto y tiendas comerciales y que ha logrado mantenerse intacto desde sus inicios es la “Quinta de Recreo El Negro Bueno”, ubicada en la avenida Vicuña Mackenna poniente 7499, en plena esquina con la calle diagonal Lía Aguirre, en el famoso y transitado paradero 14 de La Florida. Sin embargo, desde agosto sus dueños están en la incertidumbre, luego de enterarse de la intención de las autoridades de expropiar parte del local para obras del Transantiago.

El lugar se ha transformado en un importante centro cultural de la comuna, fue premiado recientemente por el Consejo de la Cultura y ahora está reuniendo firmas para convertirse en Patrimonio Urbano. El objetivo es impedir la desaparición de uno de los locales emblemáticos de la zona. En una zona, y no está demás decirlo, donde la vida de barrio ha sido borrada para concentrar todo bajo las enormes estructuras de los malls.

Foto: Gonzalo Rubio

Foto: Gonzalo Rubio

Un espíritu bondadoso

El local tiene más de un siglo. Fue fundado el 15 de marzo de 1956, cuando el comerciante Miguel Carrasco, junto con su esposa Fredesvinda Del Carmen Alfaro, puso todo el empeño y los recursos que había ganado hasta el momento para dar vida a lo que es la quinta de recreo actual. Dado el espíritu bondadoso de Don Miguel que reconocían los floridanos de la época, sumado a la piel morena que lucía, pronto se ganó el apodo que más tarde llevaría esta picada capitalina “El Negro Bueno”.

De esta forma, el local que hasta ahora se mantiene bajo la administración de la misma familia, en donde se puede ver  aún a la esposa del “Negro Bueno” atendiendo al pie del cañón, ha mantenido la esencia de reunir a personas de distintas clases sociales, pues todos son bienvenidos mientras vengan con un ánimo respetuoso. Un letrero es claro: ¡No se admiten ebrios!, aunque bien saben todos que el parroquiano habitual es bienvenido, pero el jugoso no.

Gentileza El Negro Bueno

Gentileza El Negro Bueno

“Todos conversan, se hacen amigos. Puede llegar desde un ejecutivo de un banco a un vendedor ambulante y no se ven las diferencias”, indica la actual administradora Maribel Carrasco, hija de Miguel y Fredesvinda.

En sus primeros años este recinto también albergó a personas de distintos niveles de la sociedad en un ambiente de calma y respeto. Así campesinos y otros trabajadores entraban para refrescarse con algún brebaje o bien las autoridades locales se juntaban ahí para firmar decretos. Incluso era parada obligada para el tren de la Papelera que iba a San José de Maipo. “En esta zona pasaba un tren y a las 12 del día bajaba la gente a comprar al local, hasta el conductor, y después volvían a subir”, cuanta entre risas Maribel.

Pero este recinto no se ha mantenido alejado de las figuras públicas. Entre los famosos destacados que han pasado a disfrutar de la variada oferta gastronómica típica que incluye cazuelas, porotos, arrollados y tragos como el terremoto, se encuentran Lucho Barrios, o la folclorista Violeta Parra. Personajes que han sabido captar la esencia del mundo popular.

Entre los aportes a la comuna que ha ofrecido la quinta de recreo están la creación de la Cámara de Comercio, la primera Compañía de Bomberos, la agrupación de la Cruz Roja, colegios, agrupaciones solidarias y culturales  a través de donaciones de sus fundadores.

La amenaza de la expropiación

Según cuenta la gente del local, la amenaza de la expropiación ha sido un tema recurrente en la conversación a partir del 2011. Sin embargo esto se mantenía en la incertidumbre de ser sólo rumores, sin la presentación formal que avalara tal hecho. Eso tras la llegada de una carta proveniente de la Sección de Adquisición de Inmuebles del Serviu.

Según explica la carta fechada el 13 de agosto de 2013, “debido a la importancia que tiene Av. Vicuña Mackenna para la conexión vial de la zona sur oriente de Santiago, está en desarrollo el proyecto de Corredor de Transporte Público Vicuña Mackenna”. Además agrega: “Es por esto que, a fin de permitir un mejor desplazamiento del transporte público y de los vehículos particulares, se ha programado la adecuación –ensanche e instalación de vías exclusivas-”.

El problema es que dicha ampliación destruiría gran parte del terreno que hoy da cobijo a la picada tradicional floridana. Y no es la primera vez que la familia debe pasar por lo mismo. Antes, entre los años 1972 y 1973, la propiedad de la familia ya debió ser reducida. Esa vez, la razón era el mejoramiento de la avenida Vicuña Mackenna. Como la vía debía pasar por ese sector, y para no dañar a la Parroquia San Vicente de Paul, don Miguel Carrasco, en su generosidad y cercanía a la Iglesia, optó por ceder su terreno para preservar otro de los patrimonios que tienen los floridanos.

Esta vez la incertidumbre la viven Fredesvinda y Maribel, la actual administradora, quien se refiere a este proceso en donde el inicio de la construcción del corredor se tiene prevista para marzo de 2014.

“Es algo fuerte, doloroso, porque la mamá que tiene 85 años ha trabajado 60 en el Negro Bueno y ha dicho que del local la sacan con los pies por delante”, haciendo directa alusión a que sólo la sacan del local dentro de un ataúd. Además agrega que “este negocio es parte de la identidad de la comuna”.

Foto: Gonzalo Rubio

Foto: Gonzalo Rubio

Desarrollo como centro cultural

Las características pintorescas y folclóricas de este rincón de La Florida fueron la clave para inspirar la creación de una obra de teatro a cargo de Raúl Leonardo Oyarce. El director de una obra llamada como el local se propuso mostrar el ambiente que se generaba al interior del recinto.

“Empecé a venir a diferentes periodos del día para poder captar cuáles eran las atmósferas presentes.  Así me fui dando cuenta de los tipos de personajes presentes para plasmarlos en la obra”, narra Oyarce.

Esta creación marcó el inicio del Centro Cultural El Negro Bueno, pues Maribel facilitó el segundo piso del restaurante para que la agrupación pudiera presentar in situ la obra, además de albergar distintas manifestaciones culturales.

Una de ellas es el taller de cueca a cargo de Luis Aqueveque, desarrollado desde el 2012 y que tiene el honor de ser el curso más antiguo del Centro Cultural. Por esto el folclorista destaca que “La Florida tiene una historia muy interesante, pero dentro de ella la cultura está dejada de lado. Teatro y folclor cuesta mucho hacerlo acá. Entonces en la medida que tengamos una posibilidad hay que aprovecharla”.

Para el desarrollo de este centro cultural, que es 100% autogestionado y administrado por Raúl Leonardo Oyarce, Sandra Pinto y Alejandro Daza, se tiene previsto incluir otros cursos a parte del ya desarrollado de cueca.  Entre los nuevos están clases de salsa y danza teatro.

Pero como se sabe,  la expropiación  también amenaza a las personas que han trabajado en este recinto. Para Aqueveque  “se perdería una zona importante. Este sitio se descubrió y se abrió hacia otros intereses culturales. Que se perdiera esto sería terrible, porque no hay espacios en la comuna”.

Con el fin de evitar este embargo de terreno, se están reuniendo firmas para que el edificio sea nombrado Patrimonio Urbano. Por ello, se ha iniciado una campaña para juntar 50 mil firmas y con eso iniciar la postulación en sí, más que las 30 mil para que un candidato independiente pudiera participar en el último proceso eleccionario.

Para llegar a la meta  el centro cultural ha realizado diversas protestas artísticas. La última ocurrió este domingo 19 de enero con el evento “Cuatro horas de cueca y algo + por la no expropiación del Negro Bueno”. Aquella jornada estuvo marcada por la participación de Los Carampiola, Los Trasnocheros y Los Sinvergûenzas. Una jornada en donde toda la familia pudo bailar, disfrutar del folclor y la música al aire libre.

La novedad estaba en la ubicación del escenario, pues éste se encuentra sobre el techo del local. Un lugar donde sólo los valientes se atreven a subir, a causa del difícil acceso y la altura, aunque es una buena plataforma para proyectar a la comunidad lo que se hace en el Centro Cultural.

Incluso los directivos del Centro Cultural han pensado en llevar obras de teatro al escenario con el fin de ampliar los espacios de difusión. Lo más próximo que podría albergar el “Escenario de Doña Minda”, como fue nombrada en honor a su dueña Fredesvinda, es la presencia de un grupo tributo de The Beatles para conmemorar el último concierto realizado en Londres de la banda inglesa.

Además en la oportunidad se premió al “Negro Bueno” con el premio “Tesoro Floridano” que entregan el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y la Corporación Cultural de La Florida.

Jorge González, representante del CNCA indicó que “para el equipo es un honor distinguir al ‘Negro Bueno’ con esta categoría que es tesoro humano vivo de la comuna de La Florida. Significa que este lugar no es sólo edificios o personas, sino que contiene memoria, historia, identidad. Tiene vida, fraternidad, solidaridad”.

Un pequeño paso para el reconocimiento de este local amenazado por el progreso. Un pedazo de historia en medio de edificios y malls, que se mantiene gracias a sus clientes.

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