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Científicos denuncian como «peligroso» proyecto para fertilizar el mar y producir más peces Empresa canadiense Oceanos pretende operar en costas de Chile y Perú

Científicos denuncian como «peligroso» proyecto para fertilizar el mar y producir más peces

En una carta firmada por cinco académicos y especialistas del área, dicen que «preocupa de sobremanera que una empresa extranjera con fines de lucro, pero sin el conocimiento íntimo de condiciones y necesidades locales, no esté preparada correctamente para evaluar los riesgos para la vida en el océano, y la saluda humana, ni de tampoco monitorear adecuadamente los efectos reales de esta» acción. Además denuncian que la aplicación del elemento en Canadá ya resultó controvertida y hay una investigación oficial en curso.


En una carta titulada «Nuevos cantos de sirenas: El peligroso proyecto para fertilizar nuestro océano», cinco académicos denuncian el proyecto de una empresa canadiense para «fertilizar» el mar y aumentar la producción de peces en Chile y Perú.

Este lunes, el diario El Mercurio publicó una nota titulada «Sembrar el mar podría ayudar a aumentar la cantidad de peces», «con la propuesta de la empresa canadiense Oceaneos de fertilizar la costa de Chile y Perú con hierro, con propósito de estimular productividad de peces. Oceaneos actualmente lleva a cabo una campaña para convencer a Chile de financiar este proyecto, seductor pero peligroso», critican.

Los especialistas advirtieron que la misma empresa ya está bajo investigación oficial en Canadá por aplicar la idea en una zona indígena del Pacífico.

La misiva es firmada por Peter von Dassow, Cristian Vargas, Carmen Morales, Rubén Escribano y Oscar Pizarro, todos académicos e investigadores del Instituto Milenio de Oceanografía.

Consenso internacional en prohibir el fertilizante

Los académicos reconocen que Oceaneos «utiliza como base los resultados de una serie de experimentos realizado por la comunidad científica internacional, bajo controles estrictos y altos estándares, de fertilización con hierro. Igual que para nosotros, el hierro es un nutriente esencial para fitoplancton, que forman la base de la cadena trófica que provee el alimento para los peces. El hierro es el cuarto elemento más abundante en la Tierra. Sin embargo, estos experimentos, realizados durante las últimas 25 años, revelaron que en algunas partes del océano, suficientemente lejos del continente, presentan deficiencias de este elemento. En estas zonas particulares, la adición de hierro aumenta la cantidad de fitoplancton».

«Aunque este tipo de experimentos ha permitido comprender mejor los procesos de regulación natural entre el océano y la clima, los resultados científicos a la fecha no permiten descartar o incentivar la posibilidad de fertilizar artificialmente el océano con objetivos de eco-ingeniería, tales como mitigar el aumento de CO2 atmosférico o incrementar la pesquería», alertan los expertos.

«Sin embargo, el consenso es que la fertilización artificial del océano debe ser prohibida por el momento: Se han identificado varios riesgos asociados a la fertilización artificial del océano, pero todavía no es posible evaluar adecuadamente estos riesgos. En respuesta a esta situación, las partes del Convención de Londres sobre la Descarga de Desechos de 1972, un convenio internacional en la cuál Chile participa, reiteró el año 2012 que la única excepción para este tipo de prohibición, son los experimentos con propósitos puramente científicos, necesarios para lograr un mejor conocimiento científico sobre los efectos que tendría la fertilización del océano a escala comercial».

Incremento de alga nociva

Los académicos advierten que «uno de los múltiples riesgos que la fertilización marina con hierro puede ocasionar, es el incremento en abundancia de una microalga nociva, la diatomea Pseudo-nitzschia, productora de la neurotoxina ácido domoico. Otro riesgo identificado es que, después del florecimiento algal en respuesta a adición artificial de hierro, la gran biomasa algal podría descomponerse en las aguas sub-superficiales, bajando críticamente el nivel de oxígeno y afectando negativamente a los peces crustáceos y moluscos».

«Oceaneos propone fertilizar la costa de Chile y Perú. Normalmente, las aguas costeras tienen suficiente hierro, y este tipo de experimentación con nuestras costas, terminará siendo solo un ejercicio de cómo gastar inútilmente fondos. Pero peor aún, algunas zonas pueden carecer de este elemento y los ecosistemas pueden responder con potenciales riesgos medioambientales».

«Chile ya tiene suficiente problemas con florecimientos de algas tóxicas, y con las aguas sub-superficiales naturalmente bajas en oxígeno. Estas últimas han provocado varazones cuando sus movimientos atrapan y sufocan peces e invertebrados. La fertilización podría aumentar la ocurrencia de estos varazones y eventos tóxicos en nuestra costa. La fertilización con hierro cerca de sitios de acuicultura, pesquería artesanal, y turismo, podría implicar un riesgo potencial a estas actividades y aun más para la vida humana», advierten.

Fallido experimento en Canadá

Los científicos además advierten que la aplicación de la propuesta ya fue controvertida en el Pacífico de Canadá, donde se utilizó en áreas del pueblo indígena haida para incrementar la población de salmón.

«A pesar del consenso científico y el escenario de acuerdos internacionales, el empresario Russ George y colaboradores formaron la empresa privada Haida Salmon Restoration Corporation (HSRC) para convencer a la tribu Haida de pagar por fertilizar el océano con hierro al oeste de su isla, con el propósito de estimular la pesquería de salmón», recuerdan.

«Desgraciadamente, esta empresa nunca tuvo entre su equipo de trabajo a verdaderos expertos en oceanografía, y en julio 2012 la HSRC llevó a cabo una gran fertilización comercial, añadiendo 120 toneladas de hierro al océano del Pacífico al oeste de Canadá. La empresa actuó sin solicitar permisos de agencias relevantes públicos, y actualmente hay una investigación judicial en curso por el gobierno de Canadá».

Agregan que «aunque Oceaneos niega tener enlaces directos con HSRC, en 2016 su director fue Jason MacNamee, quien era el director de HSRC en el tiempo cuando hicieron la fertilización ilegal en 2012».

Los científicos recomiendan «que los experimentos de fertilización con hierro sigan restringidos al dominio de la ciencia básica, de excelencia, en escalas pequeñas, bajo revisión de pares y controles adecuadas, hasta que exista suficiente conocimiento científico de como manejar sus potenciales riesgos».

«Aunque en esta etapa Oceaneos solamente propone una etapa experimental –de características indeterminadas– nos preocupa de sobremanera que una empresa extranjera con fines de lucro, pero sin el conocimiento intimo de condiciones y necesidades locales, no este preparada correctamente para evaluar los riesgos para la vida en el océano, y la saluda humana, ni de tampoco monitorear adecuadamente los efectos reales de esta fertilización», concluyen.

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