MERCADOS
El fondo del debate es un documento de la Dirección de Presupuestos (Dipres) que detalla cada gasto que –a su juicio– carecería de plata: proyectos de ley, cambios normativos, mejoramiento de servicios, el ya anunciado»hoyo» en el sector salud, como también una serie de dineros comprometidos que parecen poco evitables, varias partidas que figuran en la lista de pendientes de liquidación desde 2017.
El cruce de declaraciones por el déficit fiscal que informó el ministro de Hacienda Felipe Larraín, no para. Hace una semana el jefe de la billetera fiscal convocó a una pauta de prensa en «La Ruca» –el conocido espacio que usan los periodistas que reportean los temas vinculados a Teatinos 120– para tirar la bomba que significó la impactante cifra de US$ 5.566 millones comprometidos por el Gobierno de Michelle Bachelet que no tenían financiamiento. Sus palabras generaron preocupación en la derecha y molestia en las autoridades de la administración anterior.
Casi como preparando el terreno, Larraín comenzó su mandato en Hacienda con una agenda cargada de seminarios y encuentros con empresarios, gremios y la academia y en cada uno de ellos, todos previos al anuncio de la semana pasada, apuntó a las figuras de sus antecesores, Rodrigo Valdés y Nicolás Eyzaguirre. Pero no fue sino hasta el apocalíptico anuncio del secretario de Estado que se rompió la aparente relación cordial que mantenían las autoridades entrantes y salientes.
Mientras los parlamentarios exigieron explicaciones, Eyzaguirre salió rápidamente al ruedo: «Usemos el lenguaje apropiadamente. Los gastos comprometidos están todos en el presupuesto, esos son ley. Lo que él hace es una contabilidad de presiones potenciales». Pero, a pesar de la molestia y la pública disposición que aseguró tener, el ex ministro de Hacienda ayer prefirió restarse de la invitación a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados donde se verían cara a cara con Larraín.
El titular de Hacienda tuvo una intensa y larga jornada en Valparaíso. No solo le dio explicaciones a la comisión, sino también en un almuerzo que tuvo con la bancada de diputador RN, instancia en la que le pidieron profundizar en los detalles de la platas que no están. Conocedores de la cita agregan que fue una reunión cordial, tal como otras que ha sostenido explicando las razones del polémico cálculo, pero reconocieron que los parlamentarios oficialistas le pidieron mayor «empatía» y accesibilidad, mantenerse más conectado con ellos en la materia.
En el Gobierno señalaron que dentro de los próximos días el jefe de las arcas fiscales revelaría la fórmula definitiva para salir de este laberinto, a través de un anuncio sobre el cual hasta ahora se mantiene absoluto sigilo.
La guinda de la torta la puso el ex ministro Valdés, que acusó a Larraín de generar alarma y confundir a la ciudadanía. «Hacienda exageró respecto a la situación fiscal de mediano plazo. Por razones largas de explicar, buena parte de esta desagradable sorpresa se revertirá en menos de dos años sin mediar acción ninguna». manifestó en una carta publicada este jueves 3 de mayo en El Mercurio.
En medio de este debate, la Dirección de Presupuestos (Dipres) detalló en 10 hojas, punto por punto, el desglose de los gastos comprometidos, la famosa «presión» presupuestaria por la que ahora debaten Larraín y Valdés, quien dijo que en rigor solo es el 1%
Este documento es el fondo del debate que establece cada gasto que –a su juicio– carecería de plata: proyectos de ley, cambios normativos, mejoramiento de servicios, lo que se suma al ya anunciado»hoyo» en el sector salud. También considera una serie de dineros comprometidos que parecen poco evitables, varias partidas que figuran en la lista de pendientes de liquidación desde 2017.
«Metodológicamente debatible», fue la frase con la que Valdés calificó al documento.
«En años recientes la política fiscal ha estado expuesta a una serie de desbalances que han llevado al país a completar cinco años con déficits de presupuesto, con un consecuente fuerte aumento de la deuda pública. De hecho, el sostenido deterioro de la situación fiscal ha llevado a que después de 12 años Chile haya pasado el año 2016 de acreedor neto a deudor neto con una deuda neta de 1% del PIB. Esta posición fiscal nos retrotrae al año 2004 cuando la deuda neta representaba un 4% del PIB. Esto es consistente con el aumento que ha mostrado la deuda bruta, que en el año 2017 alcanzó a 23,6% del PIB, su mayor nivel desde 1994 cuando este indicador fue 22,8% del PIB. Como consecuencia del aumento en la deuda neta, el gasto en intereses ya ha aumentado en más de mil cuatrocientos millones de dólares comparado, por ejemplo, al gasto del año 2009, alcanzando los 2.484 millones de dólares al año 2017. Este deterioro de las cuentas fiscales ya ha sido internalizado por las clasificadoras de riesgo, las cuales han bajado la calificación del país: la agencia Standard & Poor’s bajó la clasificación de riesgo en moneda extranjera a largo plazo de Chile de AA-, obtenida el año 2012, a A +, en lo que constituye la primera rebaja en la nota del país en 25 años», detalla el informe.
Se agrega en el documento que, aunque los actuales niveles de deuda neta del Gobierno central chileno no parecen demasiado altos al compararlos con los países de la región o de la OCDE, si se considera su dinámica y las presiones de gasto que se proyectan para los próximos años, la posición fiscal podría quedar en una situación cada
vez más vulnerable.
Como se ha anunciado, en materia de gastos programáticos, el mayor diferencial se genera en el Ministerio de Salud, con cerca de US$ 1.000 millones anuales. «La misma cartera también presenta un déficit en relación a los subsidios de incapacidad laboral, que corresponde al diferencial no financiado del monto de licencias médicas del sector público FONASA y la CCAF, el cual ha crecido por mayores días de licencias e incremento de remuneraciones. Este último déficit se presenta solo en el año 2018 por USD 185 millones», se precisa.
En el Ministerio del Trabajo se proyecta un déficit de 24 millones de dólares en programas de contingencia contra el desempleo, mayores gastos por aumento de cobertura de programas tales como el Pilar Solidario, Bono por Hijo y Pensiones Dipreca.
En Educación se ve afectado el nuevo proyecto de ley que reemplaza al CAE (CEPES), como se ha señalado, pero, además, la red educación de la primera infancia Integra, para suplir déficit de gastos operacionales. Y literalmente serio que llueva, porque las emergencias agrícolas que atiende el Indap, aquellas del ámbito sanitario del SAG y las hídricas del Ministerio del Interior, están en rigor también sin caja.
Eventos, gastos en abogados, cotizaciones y hasta pagos de Fonasa terminan de abultar el monto.
El detalle como sigue:
Ministerio de Salud
Ministerio del Trabajo y Previsión Social
Ministerio de Educación
Ministerio del Interior y Seguridad Pública
Ministerio de Defensa Nacional
Ministerio de Agricultura
Ministerio de Economía
Ministerio de Relaciones Exteriores
A lo anterior, el documento de Dipres añade una serie de presiones presupuestarias adicionales en una serie de proyectos de ley, reformas y propuestas del Estado.
