MERCADOS
Preocupado, el alcalde Mario Meza asegura que «Linares muere si es que se llega a cerrar la planta». La decisión aún no está tomada y el jefe edilicio ve una posibilidad de evitar el cierre. «Hoy día necesitamos la ayuda del Gobierno para ir en socorro de nuestros agricultores», señala, advirtiendo que el fin de la fábrica provocará la «cesantía absoluta» en la comuna.
Poco a poco se acaba «lo dulce de la vida», como reza su eslogan, y es que son varios los elementos que le han jugado en contra a la mayor firma azucarera del país. «La baja del consumo nacional, la Ley de Etiquetados, el impuesto verde que tiene que pagar Iansa y el bajo precio de la importación de azúcar», como señala el alcalde de Linares, Mario Meza, son algunas de las razones del inminente cierre de la planta de Iansa Linares en la Región del Maule.
La firma viene arrastrando una intensa crisis hace ya algunos años, además de los factores antes mencionados, y pese a los intentos de varias líneas nuevas como «Cero K», «Light» y de su incursión en nutrición animal, se suma la renuncia de José Luis Irarrázabal a la gerencia general de la empresa, la que fue informada el pasado 28 de junio y que se hará efectiva a partir del 31 de agosto como el cierre de un ciclo, mientras la tan esperada recuperación no llega. Adicionalmente, a fines de 2015, la compañía controlada por la firma inglesa ED&F Man tomó dos importantes decisiones: el cierre definitivo de su planta de Curicó y concentrar su producción en Chile en solo dos centros: las fábricas de Linares y Los Ángeles.
Sin embargo, hay versiones contrapuestas sobre el cierre de la planta de Iansa en Linares.
Por un lado, el alcalde de la comuna, Mario Meza, en conversación con El Mostrador, señaló que el fin de la planta no está zanjado, pero admitió que efectivamente es inminente. «Viendo como viene la plantación de la remolacha de agosto hasta abril del año siguiente, la empresa le comunicó a los agricultores lo siguiente: producto de la baja del consumo nacional de la azúcar, de la Ley de Etiquetados, del impuesto verde que tiene que pagar Iansa, del bajo precio en la importación, se estaría cerrando la planta de Linares; y a los remolacheros los trasladarían a San Carlos, en la Octava Región», dijo.
Uno de los puntos al que apunta el alcalde es el impuesto verde que paga Iansa, el que «significa más de un millón de dolares que afecta directamente a los agricultores remolacheros».
«Linares muere si es que se llega a cerrar la planta», advierte el edil con preocupación. «Primero porque hay 400 remolacheros que trabajan directamente con Iansa, y segundo porque hay 4.000 personas que se emplean de manera directa o indirecta con la empresa», señala.
«Cesantía absoluta», advierte Meza, haciendo hincapié en que el gobierno puede solucionar esta situación y frenar el cierre de Iansa. «Con una bonificación de 3 millones de dolares, a través de un subsidio especial, solamente para nuestros remolacheros. Ya se ha hecho en el pasado, con el maíz y otro tipo de plantaciones. Hoy día necesitamos la ayuda del Gobierno para ir en ayuda de nuestros agricultores», sentencia.
Por otro lado, asumiendo el cierre, el diputado DC Manuel Matta calificó el hecho como una “muy mala y pésima noticia para Linares y la región del Maule”. “Durante meses realizamos diversas gestiones y tuvimos varias reuniones tanto con ministros como con los sindicatos de la empresa y los ejecutivos para evitar este cierre; hoy estamos viviendo una triste realidad que representa un duro golpe», indicó.
En tono pesimista, el parlamentario agregó que «el trabajo de esta planta era fundamental para la provincia, se generaban más de treinta y un millón de dólares que quedaban acá».
Por ahora, Iansa sigue mantienen la decisión en vilo. El cierre no está zanjado pero es una posibilidad y, según la última información oficial, para llevar a cabo esta acción, evaluarán una serie de condiciones de mercado.
Cabe destacar que también ha habido manifestaciones en rechazo al posible cierre de la planta de Linares. Con una descarga simbólica de remolachas en el frontis de la Gobernación, alrededor de mil agricultores solicitaron apoyo al Gobierno. Según consignó el medio local El Heraldo, cientos de camiones, camionetas y tractores acompañaron a los agricultores en una caravana que recorrió desde el frontis de la planta hasta la plaza de Armas, para posteriormente estacionarse en las principales calles de la ciudad .
«Quisiéramos no tener que estar aquí pero la situación compleja que estamos viviendo nos hace llegar a esta instancia. Pido disculpas a la comunidad si les causamos un mal rato, pero les pido nos entiendan, la situación en la que estamos nos complica a todos, sobre todo, con el alto índice de cesantía que tiene Linares. Nosotros esperamos que quienes tienen que tomar decisiones, las tomen acertadamente y podamos revertir esta situación», dijo al medio antes Ricardo Escalona, presidente de los remolacheros y de los agricultores de Linares.
