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Lula vuelve a culpar a gobiernos anteriores de tragedia causada por lluvias

De acuerdo con el jefe de Estado, las autoridades permitieron que miles de personas construyeran sus viviendas encima de rellenos sanitarios, en empinadas laderas de montañas, a la orilla de río y en otros locales de alto riesgo.


El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que su Gobierno realizará todo lo posible para ayudar a las víctimas por las lluvias que castigaron el estado de Río de Janeiro y que han causado al menos 229 muertos, e insistió en responsabilizar por la tragedia a gobiernos anteriores.

«El Gobierno viene diciendo hace algún tiempo que en los años pasados hubo mucha irresponsabilidad en permitir que las personas construyesen sus casas en lugares inadecuados», aseguró hoy el gobernante en su programa semanal de radio.

De acuerdo con el jefe de Estado, las autoridades permitieron que miles de personas construyeran sus viviendas encima de rellenos sanitarios, en empinadas laderas de montañas, a la orilla de río y en otros locales de alto riesgo.

«Todo lo que podía haber sido evitado desde un comienzo fue dejado, seguramente por razones políticas, y cuando se produjo una lluvia de esas vimos la catástrofe que ocurrió en Río de Janeiro», aseguró Lula en su programa radial.

El gobierno regional de Río de Janeiro anunció la víspera que invertirá 1.000 millones de reales (un 560 millones de dólares) en la construcción de viviendas para las personas que perdieron su residencia por los deslizamientos provocados por las lluvias y para las que viven en áreas de riesgo y serán reubicadas.

La alcaldía de Río de Janeiro dijo que desalojará en los próximos días a cerca de 4.000 familias que viven en ocho barriadas consideradas de muy alto riesgo y que otorgará un subsidio para que esas personas puedan alquilar una vivienda mientras son construidas nuevas casas.

Las autoridades regionales calculan que las fuertes lluvias que han caído en la última semana en diferentes municipios del estado de Río de Janeiro han dejado a cerca de 50.000 damnificados, aunque todavía no está claro cuántos perdieron sus viviendas y deberán ser reubicados y cuántos podrán regresar a sus hogares.

Lula aseguró que el Gobierno federal de Brasil hará todo lo posible para ayudar a los damnificados y que al menos 4.000 de las familias que perdieron sus casas podrán ser beneficiadas por un programa de habitación que prevé la construcción de viviendas populares a muy bajo costo.

«Haremos todo lo que sea necesario. En estas horas no hay límite de ayuda, no hay límite de solidaridad. Haremos todo lo que sea necesario para reparar lo que ocurrió en Río de Janeiro», afirmó.

Agregó que su gobierno ya destinó 200 millones de reales (unos 113 millones de dólares) para medidas de emergencia para atender a los damnificados.

«Pero lo que más queremos es que pare de llover para que podamos hacer un inventario, descubrir si hay más cuerpos y calcular las pérdidas para que podamos recuperarlas», aseguró.

«Por ahora apenas puedo decir que el pueblo brasileño está entristecido con lo que ocurrió en Río de Janeiro y pidiéndole a Dios y rezando mucho para que pare de llover y Río pueda volver a la normalidad», agregó.

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