«Nosotros seguimos empeñados en buscar salidas políticas a la situación», sostuvo el jefe del grupo rebelde a través de un video, en el cual también planteó los cinco puntos de una posible agenda: el acuerdo intergubernamental que les permite a militares estadounidenses hacer uso de bases colombianas, los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, la tenencia de la tierra, el régimen político y el modelo económico.
El comandante en jefe de la guerrilla de las FARC, «Alfonso Cano», le propuso al gobierno del presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, que entrará en funciones la semana próxima, dialogar sobre una plataforma de cinco apartados.
«Cano», alias de Guillermo León Sáenz y antiguo responsable político del grupo, expuso su iniciativa en una videoconferencia divulgada por una de las páginas de los rebeldes en internet y que recoge una charla a la «guerrillerada» en las montañas de Colombia.
Los apartados que deben dominar un diálogo son «puntos vertebrales» de la situación que mantiene a Colombia en un conflicto armado interno, con un guerra de guerrillas que se remonta a 1964, según puntualizó el jefe insurgente.
El comandante rebelde precisó que se trata de cinco puntos, a saber: el acuerdo intergubernamental que les permite a militares estadounidenses hacer uso de bases colombianas, los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, la tenencia de la tierra, el régimen político y el modelo económico.
«Nosotros seguimos empeñados en buscar salidas políticas a la situación», sostuvo «Cano», que ascendió hace dos años a la jefatura máxima de las FARC, en lugar del fundador del grupo insurgente, Pedro Antonio Marín («Manuel Marulanda Vélez» o «Tirofijo»).
Marín, que en 1964 conformó esta guerrilla, la más antigua de América, y que desde entonces fue la cabeza del Secretariado o mando central de la organización, murió a finales de marzo de 2008 por causas naturales.
«Aspiramos a que el Gobierno que entra reflexione, y no engañen más al país de que esto fue el fin del fin», expresó «Cano».
El jefe rebelde parodió así al comandante saliente de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla de León, para quien la insurgencia fue llevada hasta un punto de no retorno por el presidente Álvaro Uribe, en el poder desde 2002 y que el 7 de agosto venidero entregará el poder a Santos, que fue uno de sus ministros de Defensa.
«Esto es absurdo, porque no es cierto», aseguró «Cano», que es objetivo de una gigantesca operación castrense en la región de páramos del suroeste del país que le sirve de base.
Al menos dos mandos de su entorno de seguridad han sido detenidos en las semanas recientes por las tropas colombianas, cuyos superiores sostienen que el jefe máximo de las FARC ha perdido sus corredores de movilidad y está acorralado.
Algo que «Cano» negó en este video, que recoge una conferencia suya ante subalternos, con una edición que inserta pasajes de combates y marchas, así como de imágenes de la vida cotidiana de los colombianos.
«Nosotros estamos aquí, firmes, pujantes, decididos, con la moral en alto, combatiendo en las modalidades en que nos toca frente a un enemigo poderoso, a un adversario de 500.000 hombres armados, dotados de toda la tecnología gringa de punta, con todo el dinero del mundo», advirtió el líder insurgente.
El rebelde buscó demostrar la intensidad de esta confrontación con los «partes de guerra» de su guerrilla al pasado mayo. Solamente en dicho mes, señaló, 305 miembros de la Fuerza Pública murieron en combate y otros 250 resultaron heridos.
En el mismo período se presentaron 312 situaciones de guerra, es decir, «más de diez por día», dijo «Cano», para admitir que «por supuesto» las FARC tuvieron bajas, sin mencionar números.
«Las posibilidades para que nuestro país pueda superar esta terrible situación que aún enfrenta tiene, sin ninguna duda, que buscarse a través del diálogo, de las conversaciones, de las propuestas políticas, de la diplomacia», defendió el jefe rebelde.
Es un espacio, dijo, que permitirá llegar a un «punto de confluencia» que permita superar los problemas y contradicciones del país, siempre, aclaró, con el concurso de las FARC, que desde hace 46 años tiene el interés de «encontrarle salidas distintas a la guerra».
«Pero si no nos dejan, no hay remedio: la lucha armada revolucionaria continuará en Colombia hasta que logre los objetivos que se ha propuesto», notificó «Cano», y ratificó que el país que quieren las FARC es el de una sociedad igualitaria, socialista.
