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Obama fue informado de plan para matar al embajador saudí en Washington

Las autoridades de EE.UU. anunciaron la desarticulación del plan vinculado a Irán para cometer «un importante acto terrorista en Estados Unidos», que hubiera incluido el asesinato del diplomático, Adel Al Jubeir, y bombas contra la legación israelí.


El presidente de EE.UU., Barack Obama, fue informado de la existencia de la trama terrorista para asesinar al embajador saudí en Washington el pasado junio, comunicó este martes la Casa Blanca.

Según indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tommy Vietor, entonces Obama «dio instrucciones a su Administración para que aportara todo el apoyo necesario a esta investigación».

Según Vietor, la desarticulación de la trama representa «un logro significativo de nuestros servicios de inteligencia y de seguridad, y el presidente Obama está enormemente agradecido por su trabajo excepcional en esta instancia y muchas otras».

Las autoridades de EE.UU. anunciaron hoy la desarticulación del plan vinculado a Irán para cometer «un importante acto terrorista en Estados Unidos», que hubiera incluido el asesinato del embajador saudí en Washington, Adel Al Jubeir, y bombas contra la legación israelí.

Dos hombres, que presuntamente trabajan para «entidades del Gobierno iraní», han sido acusados de conspirar para perpetrar esos atentados, explicó el secretario de Justicia de EE.UU., Eric Holder, quien aseguró que su país hará rendir cuentas a Irán por su papel en la trama.

Los dos presuntos conspiradores fueron identificados como Manssor Arbabsiar y Gholam Shakuri y habrían recibido un millón y medio de dólares del Gobierno iraní para cometer los atentados, informó el secretario de Justicia.

Holder apuntó que Arbabsiar, que fue detenido el pasado 29 de septiembre en Nueva York y cuenta con nacionalidad estadounidense, confesó que trabajaba para la Guardia Revolucionaria Iraní.

Shakuri, que está radicado en Irán, sigue en libertad, dijo Holder.

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) descubrieron el complot cuando uno de los sospechosos se puso en contacto en México con un informante de la segunda oficina, al que creía miembro de un cartel del narcotráfico, con el objetivo de pedir asistencia para asesinar al embajador saudí.

El Gobierno mexicano colaboró en la desarticulación de la trama terrorista.

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