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Oposición en Venezuela lista para históricas primarias

Cinco precandidatos lucharán por llevarse la victoria, aunque a horas de los comicios sólo dos aparecen como favoritos: son los gobernadores de los estados más poblados del país, Henrique Capriles Radonsnki, de 39 años, (Miranda) y Pablo Pérez, de 42 años, (Zulia).


La oposición venezolana vive una semana crucial. Agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), un bloque de una veintena de partidos, realizará el domingo unas inéditas elecciones primarias para elegir al rival del presidente Hugo Chávez en las presidenciales del 7 de octubre.

El entusiasmo, la incertidumbre y la presión de salir bien parados dominan las emociones en la oposición de cara al domingo.

Cinco precandidatos lucharán por llevarse la victoria, aunque a horas de los comicios sólo dos aparecen como favoritos: son los gobernadores de los estados más poblados del país, Henrique Capriles Radonsnki, de 39 años, (Miranda) y Pablo Pérez, de 42 años, (Zulia).

La diputada independiente María Corina Machado, el ex embajador Diego Arria y el laborista Pablo Medina tienen escasas probabilidades de acuerdo a los sondeos, que coinciden en darle el primer lugar a Capriles.

Entusiasmo

La oposición vive el acto con singular entusiasmo. Y no sólo en Venezuela, sino que se espera la participación de venezolanos en más de 80 ciudades de 31 países.

Años de divisiones y fracturas internas hicieron de la unidad opositora una quimera.

Aunque en 2006 un bloque opositor mayoritario llegó a las presidenciales con un candidato único –Manuel Rosales–, éste no fue elegido a través de elecciones internas sino tras un acuerdo de los líderes del sector.

Pasó el tiempo y las cosas han cambiado.

“Para la oposición de base el ánimo debe ser muy favorable, el ejercicio del 12 de febrero va a permitir avanzar en la madurez de la oposición venezolana. Esto reaviva y reanima el proceso electoral”, le dice a BBC Mundo Nicmer Evans, profesor de Teoría Política de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Gane quien gane el domingo, muchos ojos estarán puestos en el nivel de participación.

Aunque difícil estimar cuánta gente se acercará a las urnas, aseguran los analistas, se esperan entre uno y dos millones de votantes, es decir, entre el 5% y 10% del padrón electoral, aunque algunos aventuran que se podría llegar al 15%.

La oposición viene de obtener 5,3 millones de votos en las parlamentarias de 2010, apenas 100.000 menos que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Aunque nadie sueña ni de cerca con aproximarse a esas cifras, una votación contundente servirá para iniciar la ardua carrera hacia octubre con más solidez y deshacerse de la probable respuesta oficialista que buscará quitarle impacto a los comicios.

¿Temores justificados?

El proceso también se vive con un dejo de temor: exponer la tendencia política en Venezuela a veces puede ser un problema.

No en vano desde la MUD se ha hecho hincapié una y otra vez en la confidencialidad del voto que, aseguran, estará blindado.

Buscan dar garantías al votante: no quedará ningún registro escrito de las personas que vayan a sufragar.

Los cuadernos de votación serán destruidos a las 48 horas.

Todavía en muchos está presente en el recuerdo de la “lista Tascón”, una nómina que se hizo pública de quienes entre 2003 y 2004 firmaron para pedir un referéndum revocatorio para que el presidente Hugo Chávez abandonara el poder.

Una lista que a la postre vetaría a muchos de empleos públicos.

“Entiendo el miedo”, le dice a BBC Mundo Luis Vicente León, director de la firma de opinión pública Datanálisis. “Habrá cámaras de televisión por todos lados, VTV (el canal estatal) estará ahí, te ven la cola para votar, explícame si eres empleado público si vas a querer estar ahí”.

Incluso la MUD llegó a alertar esta semana de supuestas “amenazas” a funcionarios públicos para que no concurran a votar.

Evans asegura que los temores de que se generen medidas excluyentes están presentes no sólo en la oposición.

“Dueños de empresas privadas están exigiendo a trabajadores que lleguen con el dedo manchado. Es un temor hacia una cultura política que busca amedrentar de un lado o del otro”, señala.

Otra de las garantías que se ofrecerán en el proceso electoral es que no se utilizarán máquinas captahuellas y que no será obligatorio que los electores utilicen tinta indeleble para registrar su voto.

Pero más allás de algunos temores una porción del país se prepara para emitir un voto histórico el domingo. Al día siguiente empezará otra historia. La de trabajar por desbancar el 7 de octubre al presidente Hugo Chávez

El mandatario, quien se recupera de un cáncer del cual fue operado en junio, suele decir que la oposición nunca volverá a gobernar Venezuela y ha asegurado que pretende permanecer en el poder hasta 2031.

“Esta es la elección más ganable. No es el escenario más probable, pero es posible. Hay un desgaste natural de Chávez y la oposición ha aprendido”, dice León.

El que sea elegido tendrá por delante un desafío mayúsculo.

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