Se exigió la inclusión de dicha condición porque Chile fue el primer cliente para este tipo de submarino, por lo que había un importante elemento de riesgo tecnológico en el proyecto. Fuentes de la Marina confirmaron la existencia de esta regalía, pero señalaron que desconocían el monto. Analistas informaron que el pago es de tres millones de dólares por unidad.
La Armada de Chile está feliz con la próxima llegada del SS O´Higgins, el primero de sus nuevos submarinos Tipo Scorpene, que recibió oficialmente el pasado 9 de septiembre. Sin embargo, tiene más razones para sonreír, ya que la entidad naval de la India decidió adquirir seis modelos de similares características al comprado por nuestro país a la alianza franco-española formada por los astilleros DCN e Izar.
Con la decisión de la India, los pedidos de submarinos Tipo Scorpene se elevan a 10, incluyendo las dos naves en proceso de entrega a Chile y otras dos en proceso de construcción para Malasia en Francia. Esto es un claro reflejo del interés generado por el exitoso diseño de estos sumergibles, que están desplazando a los submarinos alemanes de los tipos 209/212/214 en las preferencias de las marinas del mundo.
Pero los motivos para la felicidad de la Armada por las nuevas compras también son de orden financiero, ya que por cada unidad que sea adquirida por la Marina de cualquier otro país, la institución naval recibirá el pago de un royalty o regalía. Fuentes de la fuerza naval confirmaron que efectivamente existe este pago cada vez que un país distinto a Chile, Francia o España opte por un sumergible del Tipo Scorpene.
Según las fuentes, dicha obligación quedó estipulada en el contrato firmado en 1997 con los astilleros franceses y españoles responsables del diseño y construcción de los navios, pero no informaron el monto que reciben por cada sumergible que es comprado por el resto de los países.
Expertos de defensa confidenciaron a El Mostrador que la Armada percibirá tres millones de dólares por cada unidad que se compre y, aunque ese dinero no llegará propiamente a la entidad naval sino que amortiguará la deuda, es visto por los analistas «como una buena forma de ahorro».
Riesgo tomado
La razón por la cual se exigió la inclusión de dicha condición es el hecho de que, al ser Chile el primer cliente para este tipo de submarino -nunca antes construido-, había un importante elemento de riesgo tecnológico en el proyecto.
Estos royalties son una compensación frente al riesgo tomado, y son válidos a pesar de que la construcción de los navíos y su recepción en el mercado mundial de sumergibles ha sido un éxito.
La claúsula que establece el pago de estos royalties ya fue invocada exitosamente por la Armada en el año 2002, cuando Malasia contrató la construcción en Francia de dos submarinos de este tipo.
En el caso de la India, DCN también debería pagar a la Armada de Chile dichas regalías en función de la decisión del país sud-asiático de comprar naves del Tipo Scorpene. Ello debido a que, a pesar de que los Scorpene indios serán construidos en astilleros del país asiático, los derechos de Chile al pago de royalties se refieren al uso del diseño matriz de los mismos.
Cláusulas
El porcentaje establecido en este tipo de contratos bordea entre un tres a un cinco por ciento por cada una de las naves, aunque está sujeto a las decisiones de política exterior que tomen los países interesados: Chile, Francia y España, en este caso.
Este derecho que se cancela a Chile fue puesto en una de las cláusulas del contrato en la que se señala que si un tercer país, excepto Francia y España, adquiere uno de estos submarinos está obligado a pagar a la Armada de Chile, que fue una suerte de «conejillo de indias» a nivel tecnológico.
Características del submarino
El sumergible tipo Scorpene, que llega en diciembre y cuyo nombre es O’Higgins, es un submarino convencional -de propulsión diesel-eléctrica y no nuclear- de última generación y apto tanto para misiones en zonas oceánicas como costeras o de litoral. Chile decidió reemplazar parte de su flota de submarinos con este tipo de naves por su bajo costo de mantenimiento y operación, derivada de su avanzada tecnologia. Esta incluye un alto grado de automatización, lo que permite su operación con una tripulación formada por sólo 34 oficiales y gente de mar.
Además, es un sumergible silencioso, equipado con sensores de escucha de gran sensibilidad y alcance, y estará equipado con seis tubos para el lanzamiento de 18 armas de tipo convencional. Estas incluyen a los poderosos torpedos Blackshark y los misiles anti-buque del tipo SM-39 Exocet o Sub-Harpoon, que el submarino puede apuntar y lanzar mientras está sumergido.
El Scorpene -su nombre se refiere a la Escorpena, un pez del Mediterráneo que se caracteriza por su agresividad y feroz mordida- tiene capacidad para operar a más de 300 metros de profundidad.
El casco puede resistir la presión que se genera a esa altura bajo el nivel del mar al estar construido con aceros especiales de alta elasticidad -que tienen que ser puestos a una temperatura de 100 grados centígrados para que se les aplique soldadura-, material que es utilizado en la construcción de submarinos nucleares. En inmersión alcanza una velocidad de 20 nudos.
Contacto:mlopez@elmostrador.cl
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