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Chileno en Irak: Gringos ofrecían que uno formara su propia empresa en Chile

Este ex oficial de Ejército estuvo seis meses contratado en Karbala, en los días en que seguidores del clérigo radical chiita Moqtada al-Sadr morían a manos de las tropas de EEUU. Hoy, no quiere repetir la experiencia, pues los sueldos han bajado, debido al aumento de empresas como las de su amigo José Miguel Pizarro, fenómeno estimulado por los propios estadounidenses.


El mayor (r) de guardia en Karbala, al sur de Irak.



El mayor (r) del Ejército Juan Ramón Viveros de la Cuadra estuvo seis meses ‘contratado’ como ‘soldado de fortuna’ en Irak el año pasado. Partió en febrero y regresó en agosto. Sin embargo, hoy lo pensaría muy bien antes de volver. No tanto por el clima, ni las personas, ni siquiera por la guerra, sino que simplemente porque las condiciones económicas han cambiado.



«La primera vez no se va tan sólo por la plata, sino que uno lo hace para probarse. Por algo te preparaste durante más de 20 años en el Ejército de Chile, para enfrentar una situación de conflicto. También es un desafío al ego, de ver si uno es capaz de aguantar, pero la segunda vez, no… se piensa un poco más", sostuvo el ex uniformado.



Comenta que es difícil que le vuelvan a cancelar los US$ 3.000 mensuales que ganó estando en la ciudad de Karbala, al sur de Irak. Hoy los sueldos no superan los US$ 1.500, básicamente porque las empresas del rubro se han diversificado. Ya son muchos los países del Cono Sur y Centroamérica que envían a ex militares y policías a la zona: Honduras, El Salvador y Perú, entre otros.



Para viajar a Irak, Viveros -con 21 años de servicio- fue reclutado por su amigo, el controvertido empresario y también ex oficial de Ejército José Miguel Pizarro, que se inició en este suculento negocio a través de su empresa Red Táctica, subcontratista de la estadounidense Black Water, firma que tiene un contrato directo con el Departamento de Estado de los EE.UU. para la exportación hacia la Mesopotamia de "mercenarios" o "guardias de seguridad privados", según sea el punto de vista.


El mayor (r) comentando en Telenorte, al igual como lo hiciera José Miguel Pizarro, pero en CNN.

Curiosamente, al igual que el dueño de Red Táctica, que fue comentarista de la cadena CNN, Viveros también desempeñó el mismo rol, pero en la red Telenorte, tiempo antes que ésta fuera vendida a UCV Televisión.



El ex oficial señala que le ha salido gente al camino a Pizarro. Según él, ya existen cuatro empresas en Chile: Tora, Invercrick y dos contratistas más, que prefiere no identificar. Pero en el fondo todos salen de la matriz de Red Táctica, lo cual fue fomentado por los propios norteamericanos: "Mira, estando en Irak, los gringos le ofrecían a uno que formara su propia empresa en Chile. Te hacían los contactos y todo", dice.



Extrañado por el reclutamiento



El mayor (r) reconoce haberse sentido extrañado por la propuesta de Pizarro, porque no era comando, ni nada por el estilo, pero éste le hizo saber que era muy importante la experiencia de haber vivido durante la década de los 70′ en Egipto, donde su padre, un ex general de Carabineros, oficiaba de embajador.



Su progenitor había renunciado a la institución luego de un altercado con Salvador Allende tras el episodio conocido como "tanquetazo", en 1973.



Durante su estadía en Egipto, Viveros aprendió idiomas y conoció, además, muy de cerca El Líbano, país al que viajaba frecuentemente por su cercanía con El Cairo, por lo que enfrentarse a las culturas árabes no era algo de lo que tuviera que preocuparse, como el resto de sus compañeros que por primera vez viajaban a Medio Oriente.



Su estadía en Karbala no fue fácil. Justo en ese período fuerzas militares estadounidenses mataron a decenas que seguidores del clérigo radical chiita Moqtada al-Sadr, luego que éstos se levantaran en contra del ingreso a la mezquita de la ciudad.



-¿Cuál fue su misión en Karbala?

-A nosotros nos correspondió en Karbala proteger a la instalación de la CPA, más conocida en español como Autoridad Provisional de la Coalición y a su encargado, que para este caso era un norteamericano.



-¿Eran parte de un anillo de seguridad? ¿cómo funcionaban?

– Somos el último anillo que existe, tenemos la protección directa de la gente de las autoridades de la coalición, que son de distintas nacionalidades, polacos, holandeses, italianos, japoneses, etc…



-¿Alcanzó a trabajar con ex militares del resto del continente? ¿Cómo fue esa relación?

-No, no nos tocó participar con ellos. Lo que pasa es que el grupo en ese momento estaba conformado por chilenos y norteamericanos, no había gente de otros países. Creo, en todo caso, que en otros puntos había gente de Honduras, pero del ejército regular de Honduras o El Salvador, no me recuerdo bien.



-Entonces, ¿compartían con los estadounidenses?

– Tú comes en el mismo comedor donde llegan tropas americanas, puedes convivir en los casinos, en las salas de internet, pero la labor que uno hace es completamente distinta y alejada de la labor que hace el personal militar.



-En Karbala la situación estuvo bastante agitada durante el tiempo que usted estuvo allí, ¿pasó peligro concreto?

– Claro, fueron como 40 días de revuelta, fue complicado, pero directamente no sufrimos ningún ataque. Pero sí habían constantes avisos de advertencia. Por ejemplo, informaban de ataques de mortero, entonces, en una oportunidad que estábamos en un hotel y un gringo de la "Water" nos dice que hay ataque en 15 minutos más. En ese momento, uno se pone a pasar miles de películas, pero afortunadamente no pasó nada. Pero de enfrentamientos, nada. Ahora, quizás lo más "complicado" fue en una oportunidad que estábamos en la gobernación, donde estaba el representante de la CPA, hubo que hacer un disparo de advertencia.



-¿Contra quién?

– Lo que sucede, es que el último anillo de seguridad nos correspondía a nosotros y la policía iraquí estaba un poco más adelante. Entonces, ellos pasaban el anillo para ir a comprar a un almacén, nosotros le dijimos que por favor no lo hicieran, pero volvían una y otra vez, así que tuvimos que disparar. En todo caso, para evitar el riesgo optábamos por no salir del campamento donde residíamos. Los americanos hacían lo mismo.



Falta de oportunidades


La falta de oportunidades en Chile, obliga a los ex uniformados a ‘enrolarse’ para ir a Irak

-El que ex uniformados tengan que viajar hasta Irak, no le parece que refleja una falta de oportunidades para ustedes, porque en definitiva salen "muy jóvenes" a la vida civil

-El problema, querámoslo o no, es que existe la idea que el militar es un gallo cuadrado, que piensa únicamente que dos más dos son cuatro… En lo personal, tengo un título universitario de Administración de Personal en la Usach, tengo dos años de estudios de Psicología, pero no pude seguir porque me nació el segundo crío y no había recurso para más… Pero pese a todo, no se dan las oportunidades. A mí me llamó la atención que en mi grupo fueran pilotos, ingenieros politécnicos, con preparación mejor que la mía ¿eso qué te indica? que no hay posibilidades, yo salí con 40 años de edad… Imagínate.



-¿Está de acuerdo con el calificativo de mercenarios? ¿cómo clasifica el trabajo que hacen ustedes?

– A ver, los norteamericanos te definen como peace keeper o mantenedores de paz. Por mi parte, me defino como una persona que va a brindar servicios de seguridad dentro de las normas legales que existen a nivel internacional. No eres mercenario, porque no perteneces a un Ejército extranjero, no entras en funciones de combate, no es nada parecido a los que ha mostrado la televisión… Es gente común y corriente, con preparación militar.



-¿Qué ha pasado en este tiempo? ¿por qué no lo llaman?

– Lo que pasa es que no ha habido nuevos contratos, por las ofertas que han salido de otros países del continente que también quieren enviar gente, incluso, a un costo más barato que el chileno; o también, puede ser que Pizarro haya tenido algún problema con algún contratista, en fin… Sé, eso sí, que la idea de Pizarro es dejar de ser subcontratista para pasar a ser contratista, para poder darle un mejor nivel económico a la gente que vaya.



-A su juicio, ¿qué pasó? ¿Por qué todos terminaron peleándose con Pizarro y armando sus propias empresas?

– Pienso que se creó la expectativa, en mayo, de que iba a resultar un contrato grande y que la gente iba a viajar, pero no se concretó, porque no se lo adjudicó la empresa británica con la que Pizarro tenía contactos. Entonces, mucha gente juraba que el contrato estaba listo, porque aquí se avisa con diez días de anticipación que la cosa va y un mes antes había un 90% de posibilidades. Pero no resultó y nos quedamos todos con los crespos hechos. Lo que pasa, además, es que a diferencia mía, hay mucha gente que no percibe una pensión, y al no percibirla, necesitan ganar un sueldo mensual… Así que muchos renuncian al empleo (sin cumplir la antigüedad) sin que el contrato se concrete, lo que generó algún tipo de descontento.



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carlos.gonzalez@elmostrador.cl





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