El mandatario dijo que el Bicentenario de la Independencia constituye «una gran oportunidad para reparar heridas del pasado, evaluar nuestro presente y proyectarnos al futuro».
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, se mostró «sorprendido» por «las divisiones y quiebres de la sociedad argentina» que observó cuando asistió a los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, que marcó el inicio del proceso hacia la Independencia de ese país.
«Me sorprendió muy positivamente la fiesta ciudadana y el desfile cívico en la calle (…), pero también me impresionó mucho que en una fiesta patria, como es la celebración del Bicentenario, se expusieran de manera tan descarnada las divisiones y quiebres de la sociedad argentina», dijo en una entrevista que publica este domingo el diario La Tercera.
«Por eso espero que en Chile todos hagamos lo que esté a nuestro alcance para que la celebración del Bicentenario sea una fiesta de unidad y futuro», agregó el mandatario chileno.
La conmemoración del Bicentenario en Argentina se produjo en medio de un enfrentamiento político entre la presidenta Cristina Fernández y el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, que plasmaron sus diferencias asistiendo a dos tedeum diferentes.
El Bicentenario de la Independencia chilena constituye «una gran oportunidad para reparar heridas del pasado, evaluar nuestro presente y proyectarnos al futuro», aseguró Piñera.
Señaló que los festejos no serán «una celebración del Gobierno, sino del país entero», por lo que desea que los ex presidentes «tengan una participación muy destacada».
Consultado sobre si habrá alusiones al fallecido presidente socialista Salvador Allende y al también fallecido dictador Augusto Pinochet, Piñera sostuvo que sus Gobiernos «son parte de la historia» y que los chilenos «ya tienen una opinión formada de ellos» que no puede modificarse.
