Para el alcalde de Puente Alto el conflicto generado por la ex intendenta de la Región del Bíobio fue similar a una «bomba de racimo» que dejó muchos heridos y que podía generar «graves problemas políticos» a futuro. De igual modo, dijo que «este problema no lo creamos nosotros y nadie ha pedido disculpas».
El vicepresidente de Renovación Nacional, Manuel José Ossandón, se refirió a la salida de Jacqueline van Rysselberghe de la Intendencia de la Región del Bíobio, señalando que a la jefa regional le faltó pedir perdón.
En entrevista con Radio ADN, el alcalde de Puente Alto dijo que «fue una bomba de racimo que dejó muchos heridos. Me tocó estar de vocero y de presidente subrogante cuando pasó esto, y públicamente advertí que si no se tomaba una decisión rápida, iban a haber graves problemas políticos».
En esa línea, advirtió: «Eché de menos el reconocer el error, el pedir perdón. Después de todo este episodio, el mundo político no tiene nada que quejarse de que la gente desconfíe de él. Ahora se veía a distintos personajes políticos hablando, sentía que no lo decían de corazón o que había algún arreglín».
«La intendenta fue muy poco prudente y la embarró, pero nunca estuvo en cuestión que hubiera un delito o que ella no quisiera ayudar a gente pobre», agregó Ossandón, quien acotó que «en este país, con los sistemas que hay se necesitan las grandes alianzas y la UDI sola no tiene nada que hacer, nosotros solos tampoco. Por lo tanto, queramos o no queramos vamos a estar unidos».
«Han tratado de involucrar a don Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional, como alguien que no quiere la unidad…al revés. Siempre ha trabajado por la unidad y lo ha hecho muy firme. Este problema no lo creamos nosotros, pero tampoco se ha reconocido quién lo creó ni se ha pedido disculpas», concluyó.
