Experto en urbanismo, el nuevo jefe regional cumple con el perfil necesario para hacerse cargo del proceso de reconstrucción en la zona. Pese a no ser militante de la UDI, tiene estrechos vínculos con la colectividad de la región a través de la Universidad del Desarrollo, en la que era decano de Arquitectura. A su favor jugó también el ser ajeno al círculo de Jacqueline Van Rysselberghe.
Casi dos semanas después de que se le pidiera la renuncia a la ex intendenta del Biobío, Jacqueline Van Rysselberghe, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, dio por cerrado el capítulo designando al decano de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, Víctor Lobos del Fierro, como el reemplazante oficial de la polémica ex jefa regional.
Fuentes de La Moneda explican que dada la tardanza de la UDI en ponerse de acuerdo entre los varios nombres que propusieron para reemplazar a Van Rysselberghe, el jefe de gabinete tomó la iniciativa de elegir a uno de los primeros candidatos que surgieron y que originalmente había manifestado reticencias, ya que esa responsabilidad afectaría sus actividades profesionales. Pero finalmente no pudo negarse al llamado de Palacio.
Quienes conocieron el nombre antes de su anuncio explican que La Moneda se inclinó por Lobos debido a su experiencia como arquitecto y como urbanista, lo que le facilita su labor a la cabeza de la reconstrucción en la Octava Región.
Y así quedo claro esta tarde cuando el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, oficializó su designación, señalando que Lobos «tiene 64 años, posee un posgrado en construcción, planificación y diseño de vivienda económica en Holanda, es master en Planificación Urbana de la Universidad de Memphis en Estados Unidos».
Y agregó que «sus características profesionales, su gran y alto compromiso con la región del Biobío y su destacada trayectoria académica en los últimos años” pesaron “para considerarlo la persona indicada para asumir estas funciones”.
Además de sus muchos requisitos profesionales, la nueva autoridad regional destaca por no tener contacto con el círculo de Van Rysselberghe, pero a la vez por su cercanía con el ministro de Educación, Joaquín Lavín, a través de los vínculos generados como académico de la Universidad del Desarrollo. Los mismos le han servido para tender puentes con los parlamentarios de la UDI en la zona, a pesar de no ser militante del gremialismo.
El nombramiento deja en el camino a varios nombres que circularon para llenar la vacante que dejó la ex intendenta. Entre ellos el del ex senador de la UDI Eugenio Cantuarias, quien más temprano había manifestado en un comunicado su decisión de rechazar esa posibilidad.
Otro nombre que sonaba fuerte era el del gobernador del Bío Bío, Renato Paredes, quien había asumido el pasado 4 de abril como intendente suplente a la espera que el Ejecutivo designara al definitivo.
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