Paul Driessen, autor del libro «Ecoimperialismo: poder verde–muerte negra», participará el lunes en el seminario «¿A quienes responder las ONG?» y también se reunirá en Aysén con parlamentarios y líderes de opinión locales.
El próximo lunes llega a Chile uno de los principales críticos del ambientalismo mundial, el estadounidense Paul Driessen, autor del libro “Ecoimperialismo: poder verde – muerte negra”.
El investigador, asociado de Atlas Foundation, tendrá una nutrida agenda que contempla diversos encuentros, entre ellos el seminario «¿A quienes responden las ONG?», orrganizado por la Universidad del Desarrollo y que tendrá lugar a las 09:00 horas del martes en el Hotel Ritz Carlton Santiago, donde debatirá con la presidenta de Chile Sustentable, Sara Larraín.
Driessen considera que los movimientos ecologistas radicales son una nueva forma de colonialismo occidental que pretende imponer sus propias agendas en los países en vías de desarrollo y ha fustigado duramente lo que define como “métodos de coerción” que las Ongs impulsan en dichos países.
Trascendió que también visitará la Región de Aysén, donde se reunirá con parlamentarios y líderes de opinión locales, en el contexto de un documental sobre campañas ambientalistas en Chile, el rol de las ONGs y su transparencia.
Ha sido miembro de las organizaciones ambientalistas “Sierra Club” y “Zero Population Growth”, pero abandonó estas causas cuando se dio cuenta de que el movimiento ecologista se había vuelto “intolerante, inflexible en sus exigencias, e insensible a la necesidades de los miles de millones de personas que carecen de alimentos, electricidad, agua potable, atención médica y otras necesidades básicas”.
Uno de sus principales argumento es que los movimientos ambientalistas que intentan frenar el impacto del ser humano al medio ambiente, tienen repercusión en países pobres o en vías de desarrollo, a los cuales se les están negando oportunidades de desarrollo económico, por ser perjudiciales para el medio ambiente. Países que tienen altos índices de pobreza, hambruna, enfermedades, analfabetismo, entre otras, se les dice que adapten sus industrias y modos de producción energética de manera que sean sustentables, cuando sus mayores problemas y preocupaciones son con la gente. Uno de sus planteamientos es que es necesario aplicar exigencias de transparencias a las Ongs iguales que las que se aplican a las empresas y los gobiernos.
