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Los estudiantes secundarios no dejarán dormir a Labbé

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Ayer comenzó el año escolar oficialmente, pero decenas de alumnos ni siquiera pueden pasar de la puerta de calle de los establecimientos. Los “expulsados” ya comenzaron a manifestarse para que los reintegren a clases. Sus padres pelean cupos con los directores, presentan recursos de protección e incluso hoy se reunirán con parlamentarios buscando respaldo. Es la primera batalla de los secundarios este 2012; y esta vez no quieren que sus demandas se desintegren bajo el petitorio de los universitarios.


Pasadas las siete de la mañana de ayer, el 70% del Liceo Arturo Alessandri Palma no estaba dentro del establecimiento. Los estudiantes no estaban saludando a sus compañeros en las salas de clases ni comentaban el regreso con sus profesores. No. Estaban afuera, acompañando a sus ex compañeros con lienzos y gritos, intentando que alguien escuche lo que quieren decir: “Alrededor del 60% de la cancelación de matrícula de Providencia pertenece a este colegio”, reclama Moisés Paredes, alumno de Tercero Medio, cuya matrícula —junto a la de otros 48 estudiantes del Alessandri— fue cancelada a mediados de enero.

“Vamos a estar así hasta que consigamos las matrículas. Estábamos en un colegio para el que dimos una prueba y nos ganamos un lugar. Se nos canceló el derecho de seguir sólo por apoyar una causa justa”, reclama Paredes, vocero de los estudiantes expulsados de este establecimiento.

En Providencia se ha librado una lucha post tomas que ha estado centrada mayoritariamente en tribunales. Mediante recursos de protección y órdenes de no innovar distintos abogados han intentado que decenas de los 93 alumnos a los que el municipio canceló la matrícula a comienzos de este año, vuelvan a clases.

La “batalla de Providencia” no ha sido fácil. Los números que entrega Apoderate —coordinadora de padres que se formó para apoyar a los alumnos movilizados— son estos: 28 recursos de protección; 17 del Alessandri, 8 del Carmela Carvajal y 3 del José Victorino Lastarria. Esas son causas que lleva solamente esta coordinadora.

Dirigentes de padres y estudiantes coinciden en que las cancelaciones de matrículas no fueron al azar y afectaron mayoritariamente a los líderes del movimiento.

En el Carmela Carvajal la ira de 11 alumnas también hirvió en las puertas del colegio ayer. A las 7:35 de la mañana, un grupo de estudiantes partió con una breve marcha desde la estación del Metro Parque Bustamante; una caminata que terminó en calle Marín, en las puertas del colegio, donde las estudiantes se encadenaron. “Esto es por nuestro derecho a matrícula”, dijo la vocera de las escolares, Danae Díaz, quien también asegura que no cejarán en los intentos hasta volver a clases. Así,episodios como el de ayer podrían ser más frecuentes.

[cita]Ayer los alumnos del Lastarria se organizaron para marchar por todo Pedro de Valdivia hasta la Municipalidad de Providencia con el objetivo de que el alcalde Labbé les respondiera. El jefe municipal no los recibió, pero sí Karla Frauenberg, directora de Educación de la Corporación de Desarrollo Social de la comuna. “Nos dijo que los colegios tenían autonomía para echar a sus alumnos… Nosotros creemos que aquí hubo persecución política y vamos a agotar todas las instancias judiciales”, denuncia el estudiante.[/cita]

La ronda

Las estrategias para mantener viva la petición de los estudiantes expulsados se concentran principalmente en Facebook y redes sociales.

Ayer los alumnos del Lastarria se organizaron para marchar por todo Pedro de Valdivia hasta la Municipalidad de Providencia con el objetivo de que el alcalde Labbé les respondiera. El jefe municipal no los recibió, pero sí Karla Frauenberg, directora de Educación de la Corporación de Desarrollo Social de la comuna. “Nos dijo que los colegios tenían autonomía para echar a sus alumnos… Nosotros creemos que aquí hubo persecución política y vamos a agotar todas las instancias judiciales”, denuncia el vocero de los estudiantes del liceo José Victorino Lastarria, Elioska Zárate.

Los alumnos del Liceo Alessandri tienen un grupo de Facebook donde se ponen de acuerdo cada vez que necesitan llevar adelante una acción. Y los actos de unión suman: la coordinadora Apodérate está a punto de convertirse en una corporación que velará por los derechos de todos los estudiantes. “Servirá para la defensa de la comunidad educativa de Chile”, dice Felipe Pizarro, quien lidera la organización de padres.

Él mismo agendó una ronda de entrevistas con los jefes de bancada de la Concertación y viajará hoy a Valparaíso a solicitarles más respaldo. “Nosotros vamos a seguir apoyando las movilizaciones mientras perduren y con esta corporación vamos a seguir defendiendo a los estudiantes de las tropelías de sostenedores”, afirma Pizarro.

Nunca más secundarios

Las acciones de los colegios de Providencia, más la primera toma de este año —el Liceo Marcelo Astoreca, de la comuna de La Pintana— auguran un año difícil, pero en la vía de visibilizar aún más las demandas de los estudiantes que algunos sienten, quedaron veladas por el liderazgo y popularidad de las peticiones universitarias.

Eloísa González, del Liceo Manuel de Salas y dirigenta de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), cuenta que aún vienen arrastrando el peso de la movilización de 2011. “No es sólo el problema de los estudiantes expulsados; también el de los que se quedaron y que viven bajo el acoso de las autoridades”.

A pesar del agotamiento, tienen una cosa clara: volver a levantar las demandas de 2011. El tema es cómo. El miércoles, a las 17:00 horas, se reunirán para sacar las respuestas en limpio, analizar la situación de los estudiantes sin matrícula, aunque también un punto crucial para este año: decidir si las tomas son la vía para levantar esas demandas. En varias ocasiones, los chilenos han expresado en encuestas que si bien apoyan las causas que originaron el levantamiento estudiantil, no están de acuerdo con la forma.

“Como ACES sacamos una propuesta de educación, pero quedamos al alero de los universitarios, pasando a segundo plano, por eso debemos volver a levantar nuestras demandas”, explica Eloísa.

Cristian Pizarro, vocero de los liceos técnicos, también augura un año movido. De los 15 puntos que ellos presentaron en su petitorio, sólo se cumplió uno. “Los estudiantes técnicos hemos sido los más radicales dentro del movimiento. Dimos una pelea bastante severa y eso continuará. Al gobierno le ha faltado un análisis coyuntural y eso le ha dado pie al país para que se manifieste contra este Estado”, concluye Pizarro.

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