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UDI advierte a La Moneda que reforma al binominal podría terminar con la Alianza

El secretario general del gremialismo, José Antonio Kast, sostiene que “si una de las partes, ya sea uno de los partidos o el gobierno, impone un tema sin debate previo, sin una conclusión común, querría decir que se rompe el espíritu aliancista. Si el gobierno impulsa y lleva adelante por su propia cuenta una reforma electoral, sin haber conversado con el partido mayoritario —el partido más grande—, eso atentaría contra la estabilidad de la coalición”.


El tema del sistema binominal y el salario mínimo se han transformado en eventuales bombas de tiempo para el Gobierno, luego de las diferencias expresadas entre dirigentes de la UDI y RN. Por tal motivo, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, se reunirá el próximo lunes con los senadores de Renovación Nacional para analizar los temas más polémicos de la agenda.

La cita del lunes se realizará en medio de la tensión que se ha originado entre el timonel del partido, Carlos Larraín, y La Moneda tras discrepar sobre el monto de ingreso mínimo propuesto por el Ejecutivo. RN está pidiendo que éste llegue a los 200.000 pesos, mientras que las autoridades propusieron 193.000 pesos.

Sin embargo, las diferencias no sólo se centran en este aspecto, ya que Larraín también lanzó fuertes críticas por el manejo político del Gobierno, respecto a la interlocución con su colectividad. De esta forma, el presidente de RN cuestionó a Hinzpeter por intentar iniciar un diálogo con el presidente del Senado, Camilo Escalona, sin haberlo consultado previamente con la tienda.

A lo anterior se suman las críticas a las conversaciones sostenidas por Hinzpeter con los diputados RN, Cristián Monckeberg y Pedro Browne, sobre cambios al binominal.

Algunos parlamentarios de la tienda que dirige Larraín se han expresado abiertamente dispuestos a modificar el sistema electoral. Ese es el caso del senador Antonio Horvarth, quien ha asegurado que se busca tratar el tema, pero “en el sentido de aterrizarlas, fijando un horizonte claro”.

Por su parte, la senadora Lily Pérez ha dicho que es necesario modificar el binominal, “estableciendo un redistritaje y limitando la reelección, pero no estoy a favor de que hayan más parlamentarios y más fondos fiscales para eso”.

La presión de la UDI

El tema del salario mínimo y la reforma al binominal han provocado una tensión con la UDI, debido a que sus socios de coalición abogan por un aumento de 200.000 pesos mientras que el gremialismo ha sostenido que se debe respetar la cifra propuesta por el Ejecutivo de 193.000 pesos.

Sin embargo, el tema más problemático para el gremialismo es la reforma al binominal y esto se ha tornado en una disputa entre ambas colectividades, lo que ha llevado al timonel de la UDI, Patricio Melero, a reafirmar el compromiso de no avanzar en esta materia sin el consenso de la Alianza.

Esto se tradujo en la molestia por la reunión de algunos legisladores de RN con el ex Presidente Ricardo Lagos y la reanudación de las conversaciones entre Larraín y el timonel de la DC; Ignacio Walker, para reformar el sistema electoral.

Por su parte, el secretario general dela UDI, José Antonio Kast, advirtió que si el Ejecutivo impulsa una reforma electoral sin el consentimiento de la tienda, se atenta contra la estabilidad de la coalición.

Respecto a que el actual sistema electoral es el culpable de la crisis de representatividad que existe, Kast responde en entrevista aLa Terceraque eso no es un problema estructural, sino que de personas, “porque si fuera un problema del sistema, tendría que haber uno perfecto, y no lo hay. Quizá para los comunistas uno perfecto sea el cubano, donde hay un solo partido, que lo maneja Fidel Castro. Pero en las democracias modernas no hay ningún sistema que dé total satisfacción a las personas. Acá el problema es con los políticos, son los políticos los que a nivel mundial no han logrado interpretar a las personas, y éstas se han restado de votar porque no se sienten interpretadas”.

Y advierte que “si una de las partes, ya sea uno de los partidos o el gobierno, impone un tema sin debate previo, sin una conclusión común, querría decir que se rompe el espíritu aliancista. Si el gobierno impulsa y lleva adelante por su propia cuenta una reforma electoral, sin haber conversado con el partido mayoritario —el partido más grande—, eso atentaría contra la estabilidad de la coalición”.

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