Según Miguel Paz, el actual presidente del Colegio de Periodistas planteó al equipo de prensa «que había que estar con (Eduardo) Frei o irse para la casa».
Miguel Paz tiene buena memoria. Y, por ello, recuerda muchas anécdotas que ha vivido como periodista. No habla mal de ningún medio en particular. Se podría decir al respecto que no sería un «mal agradecido». Pero, no obstante, es claro en poner los puntos sobre las íes cuando se trata de situaciones injustas.
En una entrevista publicada este domingo por el Diario El Sur, el ex subeditor de El Mostrador recuerda su paso por La Nación Domingo (LND). Dice que esta experiencia terminó abruptamente. «Al menos en mi primer paso por ese medio. Lo que pasa es que cuando, en 2003, censuraron el reportaje llamado ‘La caja negra del Indap’, por presiones políticas, todo el equipo renunció y como colaborador hice lo mismo, aunque no sé si a alguien le importó mi decisión», afirma.
Se le consulta por las críticas que había contra el manejo de ese medio, Miguel Paz responde: «LND sufrió los vaivenes de ser propiedad del gobierno, aunque después descubrimos que pertenecía a un grupo privado de ex directores designados por el gobierno que se llevaron el diario para la casa. Yo volví en 2004 a trabajar ahí y era un medio con constantes cambios de dirección. Se le pidió la renuncia a Alberto Luengo, luego llegó Juan Walker y luego Rodrigo de Castro. Había presiones atroces de parte de ellos, para que LND se plegara a la actitud de La Nación, en cuanto a defensa del gobierno del momento de apoyar a Bachelet en la campaña».
En esa línea, descarta que hayan habido presiones de forma directa y precisa que «para la gente de la campaña de Bachelet, lo que hiciera o dejara de hacer LND les daba lo mismo porque era un diario con cero poder de influencia. La gente que cree estás cosas es gente que tiene una lógica muy de la Guerra Fría que no entiende que los medios se dividen entre los que son creíbles y los que no. Ellos pensaban que escribiendo cosas en plan propaganda contra Piñera iban a poder afectar su campaña. Las presiones venían desde adentro. A la Concertación le interesaba mucho más salir en La Tercera o El Mercurio».
Y agrega: «Lo peor vino en la campaña de Frei, Piñera y Enríquez-Ominami, cuando llegó Marcelo Castillo, que después fue presidente del Colegio de Periodistas, y fue explicito, con los periodistas de La Nación Domingo que seguían insistiendo en hacer periodismo, en plantearles que había que estar con Frei o irse para la casa. Y estamos hablando del presidente del Colegio de Periodistas».
«Lo anterior demuestra cuán equivocados están los que creen que haciendo periodismo de trincheras de los años 50 o 60, van a tener éxito. El mejor caso es Cambio 21, un diario financiado por miembros de la DC y del PS, que creen que poniendo portadas donde dice «El Pueblo llama a Bachelet», ella va a volver. O que ella les va a agradecer que hayan puesto esa portada. por suerte es un tipo de periodismo que está a la baja y que solamente a algunas generaciones que ya están en salida», concluye.
