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Orión Aramayo recomienda no hacer un nuevo Censo y dice que no hay que minimizarlo porque es un problema de Estado

El ex subdirector de infraestructura y Censo del INE dijo que había que verificar si la estructura del muestreo está corrupta en términos metodológicos y estadísticas y «si no es así, creo que va a ser malo, pero va a ser rescatable. Sería un error pensar en hacer otro, porque rompería la secuencia de cada 10 años. Creo que podemos convivir con uno de mala calidad».


El ex subdirector de infraestructura y Censo del INE en el gobierno de Michelle Bachelet, Orión Aramayo, dijo que las denuncias de graves irregularidades en el Censo 2012 no habían que mirarlas desde la pequeñez política, afirmando que se trata de “es un tema de Estado” y recomendando al Gobierno no hacer un nuevo muestreo de la población.

«Este es un tema de Estado y la recomendación a este Gobierno es que no hay que hacer el Censo de nuevo, sería un error», afirmó al referirse sobre lo ocurrido durante la semana tras la denuncia respecto a que habría habido manipulación en los resultados del Censo 2012 y que culminó con la renuncia del director del organismo, Francisco Labbé.

Aramayo dijo que había que verificar si la estructura del Censo está corrupta en términos metodológicos y estadísticas.

«Si no es así, creo que este Censo va a ser malo, pero va a ser rescatable. Sería un error pensar en hacer un Censo nuevo, porque rompería la secuencia de cada 10 años. Creo que podemos convivir con un censo de mala calidad», sostuvo en declaraciones a CNN Chile.

Explicó que el muestreo poblacional se hizo en menos de un año y que se había cambiado toda su estructura, por lo que realizarla en el tiempo en que se hizo fue “una irresponsabilidad”.

El ex subdirector del INE se refirió a las cifras de personas sin censar, mencionando que «la investigación va a demostrar que la gente censada es mucho menos que los 15 millones 800 mil personas, porque si el margen de error fuera sólo 1 millón, ese es el margen que tiene cualquier Censo».

«En el momento en que se retiró el encargado de la planificación del INE, solamente estaba garantizado el 80% de las casas», añadiendo que «el margen de error de este Censo va a estar cercano al 25%, ojalá que me equivoque porque mientras mayor es es el porcentaje de error, las políticas públicas durante los próximos años van a tener mayores dificultades para implementarse».

Además, precisó tener certeza que el 20% de las viviendas no pudieron ser censadas, debido a que no se tenía la cantidad de personas ni la logística necesaria para llegar a las casas, afirmando que «un nuevo Censo implica destinar 26 mil a 30 mil millones de pesos» adicionales, por lo que realizarlo en uno o dos años de preparación «sería cometer la misma estupidez de nuevo».

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