Pese a cuestionamientos por fallos en materia de Derechos Humanos
Votaron en contra Isabel Allende y Juan Pablo Letelier del PS, los PPD Ricardo Lagos Weber y Jaime Quintana y el representante del MAS Alejandro Navarro, mientras que se abstuvieron Eugenio Tuma y Guido Girardi del PPD, los DC Ximena Rincón y Eduardo Frei y el radical José Antonio Gómez. Los socialista que sí le dieron su respaldo fueron Camilo Escalona y Fulvio Rossi. [Actualizada]
Con 26 votos a favor, cinco en contra y cinco abstenciones, la sala del Senado aprobó este miércoles la nominación de la ministra Gloria Ana Chevesich para integrarse a la Corte Suprema.
La decisión se adoptó tras una sesión en la Cámara Alta que se extendió durante una hora y media y donde destacaron las intervenciones de parlamentarios como el PPD Ricardo Lagos Weber e Isabel Allende (PS), quienes justificaron su decisión de rechazar la nominación de la actual presidenta de la Corte de Apelaciones de Santiago por sus fallos en materia de Derechos Humanos.
En sus argumentos los legisladores sacaron a colación el hecho que la jueza haya concedido la atenuante de la irreprochable conducta anterior al jefe de la disuelta DINA, general (r) Manuel Contreras.
Votaron en contra los socialistas Isabel Allende y Juan Pablo Letelier; los PPD Ricardo Lagos Weber y Jaime Quintana y el representante del MAS Alejandro Navarro, mientras que se abstuvieron los PPD Eugenio Tuma, Guido Girardi, los DC Ximena Rincón y Eduardo Frei y el radical José Antonio Gómez.
En tanto, los PS que votaron a favor son Fulvio Rossi y Camilo Escalona.
Pese a que las dudas para obtener el quorum que le permitió a Chevesich acceder al máximo tribunal, estaban esta semana en la bancada DC, finalmente la mayoría se inclinó por aprobar la propuesta del gobierno, salvo las citadas abstenciones de Frei y Rincón y la ausencia, por razones de salud, de Mariano Ruiz-Esquide. Tampoco votó el socialista Pedro Muñoz.
En la oposición no se perdía la esperanza que dada la importancia del tema de los Derechos Humanos, para algunos senadores falangistas, varios de ellos se inclinaran por rechazar la nominación de la magistrada, quien fue voto de minoría en casos emblemáticos, como el que concedía beneficios al «Mamo» Contreras y el que se inclinaba por no conceder el desafuero al fallecido ex dictador Augusto Pinochet para que fuera juzgado por los crímenes de la Operación Cóndor.
Durante su artgumentación en la sala, Camilo Escalona advirtió que no aprobar la nominación de la ministra, sería una «señal gravísima», considerando que encabezó durante la década pasada una investigación «que sancionó, con mesura, delitos de corrupción», aludiendo al caso MOP-Gate, durante la administración del presidente Ricardo Lagos.
Al respecto aseguró que no hubo otro presidente de partido que defendiera como él al gobierno del ex presidente Ricardo Lagos, «y por esa misma razón tengo la responsabilidad moral para decir que la jueza Chevesich hizo una investigación valiente y necesaria para el país para sancionar brotes severos de corrupción en funcionarios de gobierno».
Hoy el país no podría comprender que el Senado rechazara su nominación, sería una señal gravísima», y agregó que «sería castigar a un juez que atacó a la corrupción, de manera enteramente injustificada y arbitraria», dijo.
Y sobre los cuestionamientos en materia de DD.HH., señaló que «no voy a aceptar de nadie que se ponga en duda el compromiso que de por vida he mantenido con el tema de los derechos humanos, a nadie le voy a aceptar desconfianzas y con la misma energía les voy a decir que hoy día el tema del país es el tema de la corrupción y no se puede castigar a una jueza simplemente porque discrepamos de los fallos que adoptó en un tema tan esencial para la transparencia, la probidad y la estabilidad del sistema político del país como es la sanción a quienes incumplen con la palabra de honor que asume todo funcionario público cuando decide asumir una función, que no tiene otra tarea ni otro sentido que es trabajar por el bien del país».
Por el contrario, la senadora Allende manifestó que era impresentable que la magistrada se haya inclinado por la «irreprochable conducta anterior» de Manuel Conteras, considerando que el ex jefe represivo acumula más de un siglo de condenas por delitos de lesa humanidad, mismo argumento que esgrimió el senador Lagos Weber, quien defendió el derecho del Senado a expresar sus discrepancias con el nombre propuesto por el Ejecutivo para la Suprema, más aún si se trata de la posición que tendrá un miembro del máximo tribunal en materia de Derechos Humanos.
Por su parte, Eugenio Tuma dijo que lo que se había cuestionado era la doctrina que había utilizado la magistrada a la hora de pronunciarse sobre este tipo de causas, calificando la posición de Chevesich como «anti derechos humanos, anti consumidores y anti trabajadores», y justificó su decisión de abstenerse, ya que consideraba que se trataba de un procedimiento «viciado».
En tanto, el senador Juan Pablo Letelier descartó la posibilidad que el rechazo a este nombramiento pudiera significar una crisis institucional, como lo advirtieron parlamentarios que fundamentaron su respaldo a la jueza.
«No hay crisis instituciuonal si uno rechaza un nombre», dijo, agregando que «existe un sistema perverso en nuestro país, a mi juicio, para designar a los miembros de la Suprema», y sostuvo que cuando los legisladores opinan sobre los jueces, es respecto a «sus fallos y comportamiento».
En tanto, el presidente del Senado, Jorge Pizarro, señaló que resolver sobre la nominación no fue fácil, y que es fundamental que en el proceso de nominación de integrantes del máximo tribunal se respete la institucionalidad y las facultades constitucionales que posee el Senado.
“Es una sesión, en la cual el Senado ha cumplido con el rol que le establece la Constitución de aprobar o rechazar la propuesta del Presidente», dijo.
Agregó que «la verdad es que no ha sido fácil y espero que más allá de las consideraciones respecto a la calidad de la ministra, es el gobierno el que debe entender que en esto debe desarrollar un proceso previo de socialización de los nombres que proponga para los efectos de no generar una situación de impasse entre el Gobierno, el Poder Legislativo e incluso con opiniones del propio presidente de la Corte Suprema. No creo que sea bueno para la institucionalidad del país. Y me alegro que se haya aprobado la propuesta”.
De igual manera, el legislador comentó que “la forma en que se presentó esta propuesta en la opinión pública, donde algunos plantearon la posibilidad que existiera una suerte de revancha en contra de la ministra Chevesich sobre el rol que le tocó jugar en el caso MOP-Gate, la verdad es que era una apreciación totalmente injusta como quedó demostrado en la votación”.
“Quedó claro que lo importante es que ella en sus fallos jamás aplicó la amnistía, ni la prescripción, y si bien se pueden tener matices, en lo esencial, es una ministra que ha hecho su trabajo como corresponde. A alguien le podrá gustar más o menos, pero tenía los méritos para llegar a la Corte Suprema”, añadió.
