Apunta a funcionarios y profesionales PS, PPD y DC
Rodrigo Paz, médico del menor de 14 años conocido como “Cisarro”, acusó un encubrimiento de los problemas que existen al interior de la institución con el fin de no mover las aguas en tiempos electorales. Y es que, según denunció, algunos partidos de la Concertación como la DC, el PPD y el PS llevarían años repartiéndose cargos al interior del Sename y contratando el servicio de organizaciones que integran otros miembros o cercanos de sus colectividades.
Una serie de denuncias de índole política en contra del Servicio Nacional de Menores (Sename) hizo este lunes el psiquiatra Rodrigo Paz, médico tratante de Cristóbal, el menor de 14 años mejor conocido como «Cisarro» y detenido en varias oportunidades por delitos menores. Las acusaciones de Paz se dan a raíz del reportaje publicado por Ciper Chile que dio a conocer la investigación realizada entre Unicef Chile y el Poder Judicial, cuyo costo fue de aproximadamente $ 200 millones y que tuvo por objetivo era abordar las condiciones de vida en que viven 6.500 niños atendidos por el sistema de protección.
Los informes de la investigación, encabezada por la jueza Mónica Jeldres, revelaron la escandalosa existencia de graves maltratos al interior de varios hogares en todo el país. Abusos sexuales de parte del personal de cuidado y de otros internos, violencia física y medicación no autorizada ni supervisada y castigos como el aislamiento, son algunos de los descubrimientos que revelaron los informes. Sin embargo, estos antecedentes debían ser procesados por Unicef Chile y luego enviados a los jueces locales respectivos para que se investigaran las irregularidades. Esto último nunca ocurrió, pese a que los investigadores recomendaron «la intervención inmediata de la residencia y la necesidad de investigar y realizar audiencias reservadas con los niños”.
Para Paz, lo más grave de todo el asunto «es la conspiración de silencio que se ha tejido para silenciar esta información, al punto de que hoy día sólo sabemos una parte de los resultados ese estudio, al punto que la jueza Mónica Jeldres que encabezó esta comisión de jueces de familia fue removida de la dirección de este estudio y se nombró a otra jueza que ha tenido una actitud muy distinta, la jueza Negroni, quien se ha opuesto a que se divulguen estos datos, supuestamente para no generar alarma pública», aseguró el psiquiatra entrevistado en el programa Podría Ser Peor de radio Bío Bío. A esto añadió «Me parece más grave aún que la misma Unicef Chile se ha opuesto a que se divulgue esta información».
Según aclaró el médico tratante de «Cisarro», el ocultamiento de los informes que jamás se dieron a conocer de forma íntegra a la opinión pública tiene que ver con que «estamos ad portas de elecciones presidenciales y que varias de las personas o instituciones involucradas en estas situaciones de negligencias y maltrato están apoyando con fuerza la candidatura de Bachelet». El psiquiatra apuntó directamente a partidos políticos como la Democracia Cristiana (DC), el Partido Socialista (PS) y el Partido Por la Democracia (PPD), los que, según aseguró, mantendrían estrechos vínculos con las instituciones que actualmente venden servicios al Sename. Entre estas, Paz mencionó a la Asociación Chilena Pro Naciones Unidas, la Corporación Opción y la Fundación León Bloy.
«Tenemos razones para pensar que hay vínculos políticos. Uno puede rastrear a personas que primero están trabajando en el Sename y después en las instituciones que le venden servicios a Sename. Se encuentra con gente que está circulando en torno a la DC, PS y el PPD», detalló el psiquiatra. Además, agregó que en el caso de Unicef Chile, entidad que debía procesar la información recogida durante la investigación, se encuentra allí trabajando la esposa del ex candidato presidencial de la DC, Claudio Orrego, cuyo nombre es Francisca Morales y quien está a cargo del Área de Desarrollo Infantil Temprano. «Uno empieza a ver que es la misma gente, el mismo circuito político que se da la vuelta», señaló Paz.
«Es un hecho bien conocido que tradicionalmente Sename se dividió para la DC los cargos vinculados con la división de protección y para el PS los de la división de infractores de ley», aseguró el especialista, ejemplificando con el caso de Angélica Marín, jefa del Departamento de Protección de Derechos del Sename, quien según Paz es cercana a la DC.
El psiquiatra explicó que desde un comienzo se ha buscado imponer una ideología que permita sustentar este modelo y que busca hacer creer que «que los privados lo hacen mejor que el estado». De ahí que sean entidades privadas las que vendan sus servicios al Sename. A esto Paz agregó la existencia de un «duopolio», es decir «un acuerdo tácito, implícito entre la derecha pinochetista, y la derecha no pinochetista que es la Concertación. Ambos grupos coinciden en una sola cosa: el modelo neoliberal no hay que cambiarlo (…). De hecho no es casualidad que hoy día en el Sename el gobierno de Piñera lo único que hizo es poner a Ronaldo Melo de director. El resto de la institucionalidad quedó exactamente igual porque a la derecha tampoco le interesa poner recursos en estos temas».
Esta no es la primera que el psiquiatra Rodrigo Paz tiene problemas con la institución que busca acoger a niños en riesgo social como, entre otros, al propio «Cisarro». En mayo de 2013, el Sename anunció que presentaría ante el Tribunal de Ética del Colegio Médico las declaraciones públicas emitidas por Paz, quien difundió a la prensa algunos detalles del diagnóstico y la intervención médica que recibió su cliente, el menor de 14 años.
En la oportunidad, el director del organismo, Rolando Melo, acusó que el especialista había sobrepasado los límites de una discusión respecto a la intervención que el estado realiza con el menor de edad así como vulnerado sus derechos. “No es aceptable que bajo la premisa de apoyar a Cristóbal se ventile públicamente un diagnóstico que por ley está reservado a la relación paciente-médico. Las revelaciones del doctor Paz sólo contribuyen a aumentar más la estigmatización de este joven”, señaló.
