Guillermo Ramírez hizo un simil con el nazismo destacando la diferencia cuantitativa de victimas con la dictadura chilena y además defendió la buena fe de los civiles que en esa época no sabían lo que estaba ocurriendo.
El secretario general de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Guillermo Ramírez (35) se refirió esta mañana al vuelco que tuvo el caso de los dos jóvenes quemados en julio de 1986 por una patrulla militar y que generó las órdenes de captura para cinco personas que participaron en los hechos.
Ramírez dijo que «Yo estoy de acuerdo en que la historia tiene que enseñarse en su mérito, pero tienen que mantenerse las proporciones, porque hoy día se genera la sensación en muchas personas (y yo me incluyo entre ellas) de que generalmente se cuenta una parte de la historia -que es una parte horrorosa de la historia y que lo que se cuenta es verdad, pero no en un contexto».
El secretario general de la UDI hizo un símil con el nazismo «una persona (Hitler) generó una guerra mundial, mató en campos de concentración a seis millones de judíos, y estamos hablando de un dictador en un país austral donde hubo 2.000 desaparecidos. Las dos cosas son horrorosas cualitativamente», a su juicio «cuantitativamente hay una tremenda diferencia (…)no son comparables desde la perspectiva cuantitativa, que finalmente hace que un proceso sea más fácil de llevar adelante y sea más evidente que el otro», aseguró a El Primer Café de radio Cooperativa.
Por último, el dirigente defendió a los civiles que trabajaron en la dictadura, respecto de que no estaban enterados de lo que ocurría en materia de derechos humanos Había gente que trabajó en el gobierno de Pinochet y que nunca vio nada de aquello que no sabía la ciudadanía (violaciones a los derechos humanos), porque no salía en los diarios, porque la prensa no podía reportear, porque la gente que levantaba un dedo para alegar era exiliada. Hay gente que trabajaba en el gobierno que de verdad no sabía lo que estaba pasando, entonces no es automático decir Cardemil, Novoa o quien sea trabajaban en el gobierno; ergo, sabían, ordenaron, son violadores de los derechos humanos. Eso no se puede decir, porque es una irresponsabilidad muy grande. Puedes terminar castigando o enjuiciando a personas que de verdad, de buena fe, no sabían lo que estaba ocurriendo», concluyó.
