Vocero del Ejecutivo recalcó que «la destrucción no es un camino»
«Entiendo como legítima la movilización estudiantil, desde esa perspectiva puede ser un socio en impulsar los cambios, pero eso tiene que hacerse de manera pacífica, de forma creativa, como fue el año 2011», sostuvo.
El ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, aseguró que «el tono» que ha tenido la actual movilización estudiantil ha estado marcado por hechos de violencia y una falta de claridad de las demandas. Y, desde ese punto, lo comparó con lo acontecido en 2011, cuando universitarios y secundarios «fueron capaces de dar vuelta la agenda pública».
Esto, en referencia a las tomas de colegios y, en especial, a la situación ocurrida en el Internado Nacional Barros Arana (INBA).
«Lo que hemos visto acá es una suerte de negativa a dialogar (…). Hay una diferencia entre lo que fueron las manifestaciones de 2011 y lo que son estas movilizaciones estudiantiles. El lenguaje, el tono. Ni siquiera son capaces de comprender lo que están planteando, porque tampoco hay una exposición muy clara de las cosas», sostuvo el portavoz de La Moneda en ADN Radio.
«Están en todo su derecho, pero deben hacerlas de un modo tal de que se compatibilice el derecho de los demás, que sea de carácter pacífico (…) y no con hechos de vandalismo que a los ciudadanos los tienen irritados, cansados y agotados», agregó el secretario de Estado.
En esa línea, negó que exista una incongruencia en la Nueva Mayoría, señalando que «si uno mira hacia atrás, siempre los hechos de violencia, los actos de vandalismo, tanto de la propiedad pública y privada, han sido objeto de condena transversal (…). El Gobierno hace lo que tiene que hacer: hacer las denuncias, presentar las querellas y eso se ha hecho».
«Lo que nos corresponde hacer es que, cuando no vemos garantías de que no va transcurrir de forma pacífica una marcha, no autorizarla. Que Carabineros cumpla su función, con plenos derechos a todas las personas, pero que cumpla su función (…) lo que no podemos hacer es permanecer pasivos frente a movilizaciones estudiantiles que se escapan del control de los propios dirigentes», afirmó Díaz.
«La toma del INBA y la destrucción del INBA no puede ser legítima para nadie (…) ni la de ningún colegio, la destrucción no puede ser un camino. Entiendo como legitima la movilización estudiantil (…) pero eso tiene que hacerse en armonía, con movilizaciones lúdicas, pacíficas, como las de 2011», concluyó.
